Gonzalo Martini, director y productor: "El cine no convencional brinda una libertad creativa única"
Realizador formado en efectos visuales y en películas de genéro, es uno de los socios de Freak Project Films: firma especializada en producción virtual
La crisis de las pantallas: el cine más allá del cine

En cuanto empezó a andar, el cine abundó en su posibilidad de ofrecer una realidad más allá de la realidad: ahí estaban las maravillas de Méliès, o los rusos poniendo en pie la proto 'stop-motion'. Hoy el día, ese más allá total y replicante (las sombras absolutas, que diría Gorki) ha alcanzado una nueva cota gracias a la creación digital en 3D y a los efectos visuales (VFX), que combinan imágenes generadas por ordenador con metraje real. Es gracias a ellos que podemos disfrutar de imposibles ante nuestros ojos, como la simulación de fenómenos naturales o criaturas extraordinarias. “Ambas disciplinas han revolucionado la forma en la que se cuentan historias en el cine –explica Gonzalo Martini–, permitiendo a los directores plasmar su visión sin restricciones físicas, y sumergiendo al espectador en experiencias visuales cada vez más inmersivas”.
Martini, argentino de origen, llegó a España muy joven para formarse como cineasta, y terminó especializándose en este tipo de animación, que resulta especialmente jugosa en el cine de género: “El cine no convencional –comenta– brinda una libertad creativa única. Permite explorar narrativas, estéticas y emociones sin las limitaciones de las fórmulas tradicionales.Para mí, los cortos de género suponen poder contar historias desde un enfoque más visceral, íntimo y, en ocasiones, experimental. Este tipo de cine me permite jugar con la atmósfera, los silencios y las sensaciones, logrando un impacto que va más allá de la trama en sí misma”.
Así, como realizador, Martini ha firmado los cortometrajes The Ghost, Sorrow, Muerto y YOKAI, en coproducción con Canon. Una experiencia que le ha servido para comprobar hasta qué punto “guion, dirección y producción están interconectados”. “Sin un guión sólido –detalla–, no hay base narrativa sobre la que construir; sin una dirección clara, la historia puede perder impacto; y sin una producción eficiente, nada de lo anterior se materializa. Cada una de estas disciplinas no solo amplía la perspectiva, sino que también da mayor control creativo”.
Aunque ha trabajado en distintos palos dentro del género –terror, thriller y ciencia ficción–, si hay una temática que “permite explorar el espectro completo de emociones humanas –señala Martini– es el terror. En ningún otro espacio se conecta de manera tan instintiva con el espectador: el miedo es una emoción primaria, incontrolable, y cuando se maneja con precisión, puede generar desde angustia hasta catarsis”. El terror entendido no sólo como palanca para provocar sustos, “sino para construir experiencias cinematográficas intensas, donde la tensión y el suspense sean herramientas para explorar lo psicológico, lo emocional y lo simbólico”.
Pero más allá del género o la estética, el “objetivo es que cada proyecto deje una huella, que provoque una reacción, ya sea inquietud, emoción o fascinación. Para mí, el cine es un vehículo de experiencias”, reflexiona.
FREAK PROJECT FILMS: NARRATIVAS SIN LÍMITES
De la mano de ese convencimiento nació Freak Project Films, una productora que surgió como un lugar “donde explorar narrativas sin límites. En este sentido, la ciencia ficción y el misterio –continúa– nos apasionan porque ofrecen un terreno ilimitado para la experimentación visual y narrativa, permitiéndonos desafiar convenciones y explorar nuevas formas de contar historias. Nos interesa crear mundos únicos, generar atmósferas inquietantes y sumergir al espectador en experiencias que vayan más allá de la realidad”.
En Freak Project Films –iniciativa que Martini puso en marcha junto a su socio, Jorge García– no se limitan, sin embargo, a producciones de género: “El enfoque –detalla Gonzalo Martini– es contar historias con un fuerte impacto visual y emocional, independientemente de la etiqueta. Hemos trabajado en proyectos de distintos estilos y colaborado con equipos que han desarrollado contenido para plataformas como Netflix, HBO, Amazon Prime Video, entre otras, lo que nos ha permitido adaptarnos a diferentes formatos y narrativas”.
La productora se especializa en “producción virtual”: una combinación de tecnología en tiempo real, motores de videojuegos y entornos digitales que permite rodar escenas en espacios virtuales hiperrealistas. “En Freak Project Films apostamos por esta técnica porque ofrece una flexibilidad enorme a la hora de contar historias –prosigue el realizador–. Nos permite controlar cada detalle del entorno, desde la iluminación hasta los fondos, sin las limitaciones de un set físico tradicional. Además, agiliza el proceso de producción y reduce costos sin comprometer la calidad, lo que la convierte en una herramienta clave tanto para grandes producciones como para proyectos de menor escala”.
En 2023, la firma publicó el primer videoclip de corte nacional realizado completamente con producción virtual, lo que “nos permitió –apunta Martini– explorar nuevas posibilidades creativas y demostrar el potencial de esta tecnología en la industria musical y audiovisual”.
"TALENTO Y VISIÓN ARTÍSTICA SEGUIRÁN SIENDO EL CORAZÓN DE LAS PELÍCULAS"
Para el realizador, la producción virtual es en sí “una nueva forma de crear cine, permitiendo construir mundos imposibles con un nivel de inmersión que antes solo estaba al alcance de las producciones más grandes. Su integración en la industria –asegura– está transformando la manera de concebir la realización cinematográfica”.
Un paso en la forma de entender el fenómeno cinematográfico, y la forma en que se elabora, que entra dentro del gran abanico de cambios que está viviendo la industria, desde la puesta en marcha hasta la distribución. Dentro de los mismos, el sector vive también (y no sin temor) la llegada de IA. Para Gonzalo Martini, los procesos de Inteligencia Artificial aplicados a la producción cinematográfica pueden ser “una herramienta poderosa en áreas como postproducción, creación de efectos visuales, diseño de escenarios e incluso asistencia en el desarrollo de guiones”, pero el cine –opina– “es un arte profundamente humano, basado en la emoción, la interpretación y la visión única de los creadores. Es difícil imaginar que la IA llegue a reemplazar completamente a actores, directores, fotógrafos o guionistas. La interpretación actoral, la dirección de una escena o la captura de una emoción en un plano específico son elementos que dependen de la sensibilidad humana, algo que una máquina, por avanzada que sea, aún no puede replicar con autenticidad”.
“La historia del cine –añade al respecto– nos ha demostrado que la innovación siempre ha sido parte del avance del medio, pero el talento y la visión artística seguirán siendo el corazón de cualquier gran película”.