Los grandes descubrimientos del Teatro de Gades
Patrimonio | Un repaso de los últimos hallazgos
Los trabajos de excavación en este importante monumento han sacado a la luz algunas sorpresas como la puerta principal o algunas gradas en perfecto estado de conservación
El hallazgo y presentación en sociedad de la inédita barandilla de mármol que hace más de 2000 años separaba la grada de la zona reservada para las principales personalidades de la ciudad en el Teatro Romano de Gades es la última pieza de este enorme rompecabezas en piedra que daba forma a aquel grandioso monumento levantado a imagen y semejanza de Balbo, y ahora parece que también de Agripa. Cada una de ellas nos devuelve un pedacito de aquella historia cuya primera piedra se colocó entre los años 25 al 19 a.C. El paso del tiempo, de los siglos, de civilizaciones posteriores e incluso de tempestades que azotan este punto del paseo del Vendaval han devastado buena parte de aquel teatro que llegó a congregar a 10.000 personas en busca de las tragedias y comedias que allí se representaban. Pero también el tiempo y las inversiones recibidas a trancas y barrancas nos devuelven, por fascículos, cómo era aquel edificio cuyos arquitectos construyeron a tenor de la topografía del territorio. Vamos a repasar los grandes hallazgos del teatro:
'Latro, Balbe'
La última pieza presentada este sábado ha sido un fragmento de mármol, pero no ha sido la única elaborada en este material. En enero de 2009 se dio a conocer el curioso fragmento de mármol que muy pronto se hizo famoso por la inscripción que portaba: Latro, Balbe o Balbo ladrón, para entendernos. Una pieza que causó revuelo y cuya recreación se exhibe en el propio centro de interpretación del Teatro Romano. Los que la estudiaron en aquellos momentos, como el investigador Ángel Ventura, de la Universidad de Córdoba, habló nada menos que del primer caso de corrupción documentado en Cádiz. El protagonista fue Balbo el Menor, sobrino de Lucio Cornelio Balbo, que fue cargo público y gobernador provincial y abandonó este cargo cometiendo un hurto, extorsionando a los aliados romanos y llevándose un buen botín. Así argumentó Ventura aquella inscripción en piedra de mármol de carrara de 80 centímetros por 15 de alto, que parece que se hizo de forma ocasional durante las obras construcción del teatro. Se manufacturó con un cincel dentado y se colocó boca abajo en un asiento de la grada senatorial en el justamente tomaría asiento Balbo el Menor.
Durante las investigaciones se contempló el hecho de que la palabra Latro correspondiera a un nominativo, el del cantero, pero dijeron que no había ningún Latro documentado en Gades, ni era lugar apropiado para inscribir estas palabras.
Cuatro gradas nuevas
En 2017 salieron a la luz cuatro filas del graderío de la mano del ambicioso plan de 5 millones de euros procedentes de la ITI (Inversión Territorial Integrada) que ya tendrían que estar amortizados sin las trabas burocráticas que se vienen presentando desde hace un par de años.
Acababan de arrancar estos trabajos con la grata sorpresa de descubrir prácticamente toda la sección de la cavea, desde el frente escénico hasta la zona superior. Se trataban de las primeras filas de la ima cavea que, a su vez, iba precedida de un escabel (reposapiés) cuya orilla terminaba en el praecinctio (pasillo).
Las gradas localizadas eran destinadas en su momento a los caballeros o equites, que era esa parte de la sociedad que poesía patrimonio e incluso ostentaba cargos políticos o administrativos.
Juan de Dios Borrego es el arqueólogo que estaba al frente de estos trabajos, y a su juicio, tendrían que continuar en el marco del nuevo proyecto. En julio de este año la Junta de Andalucía anunció que se había publicado la licitación de la redacción del proyecto de conservación, restauración y puesta en valor del Teatro Romano de Cádiz.redacción del proyecto de conservación, restauración y puesta en valor
El 'aditus' o la puerta principal al Teatro
La puerta principal del Teatro Romano fue descubierta en 2018 y vino a descifrar parte importante de la configuración del teatro, como es el acceso de la gente más notoria de la época.
Este descubrimiento modificó algunas teoría sobre la circulación del público, pues hasta entonces se pensaba que esa entrada tendría que comunicar de algún modo con la galería anular (la galería visitable por la que se accede al graderío actualmente). Pero no es así, pues el aditus nos habla de un camino especial que comunicaba directamente el exterior del teatro con la orchestra, un acceso sólo transitable para los grandes mandatarios y magistrados que se sentaban en la proedia (el lugar más privilegiado del coliseo). “Ni siquiera una clase adinerada como la de los equites (caballeros) entraba por ahí”, explicaba Borrego sobre esta entrada que, supuestamente, iba desde la plaza de Fray Félix al centro del Teatro y, por el lado contrario, prácticamente desde el Arco de los Blancos.
Los trabajos se realizaron a gran profundidad bajo las caballerizas de la Posada del Mesón, por lo que esta 'privilegiada' entrada no estaba a nivel del suelo de la galería, sino a 2.30 metros por debajo.
También se sabe que la galería anular que conocemos ahora es por la que discurrían los caballeros o equites, que tenían una entrada exclusiva para ellos y se sentaban en las 14 filas de la ima cavea. Y que desde la fila 14 hasta arriba se accedería desde la parte alta, pero el mar se tragó toda esta zona de un impresionante teatro que abarcaría 400 pies de diámetro (118 metros de fachada a fachada), que estaba marcado por el diseño de la orchestra, de 100 pies (29,57 metros que incluyen la proedria, el balteus y la orchestra propiamente dicha), y que alcanzaría 30 metros de altura.
Junto al aditus también se encontró una necrópolis del siglo IV con ocho tumbas vacías, muy interesante en cuanto a la ocupación histórica que ha tenido el teatro y que abre las puertas a la existencia de un lugar de culto cristiano, bien sobre los restos del mismo edificio o en lugares cercanos.
El 'frons pulpiti'
Otro de los hallazgos que hablan de la relevancia del teatro en cuanto a la riqueza de materiales que decoraban el frente escénico son diversos fragmentos del denominado frons pulpiti, que es el muro que delimita la orchestra del escenario y del que aún se sabe poco de su aspecto original.
Una zona en la que se exhibía la suntuosa decoración arquitectónica, escultórica e inscripciones que poseía el teatro. Este primer fragmento del frons pulpiti localizado hace más de diez años es una placa de mármol de Luni fragmentada en tres. El relieve tiene una parte con motivos vegetales y otra decorada con una suntuosa cenefa. Los expertos destacaron entonces el estudio de los laterales y el paralelismo existente con otro hallado en el teatro galo de Vienne. Pero no ha sido el único fragmento de esta relevante zona del teatro, pues en 2017 se informó de otro fragmento con un tipo de decoración vegetal diferente a base de tulipanes que venía a indicar que la ornamentación variaba y era muy rica.
También fue hallado hace más de una década un capitel corintio asiático de pilastra, del que se conserva la mitad, de mármol proconesio. En Hispana, este tipo de capiteles se vinculan tradicionalmente a la Bética y, sobre todo, a Córdoba e Itálica. En su momento informaron de que la aparición de dicho capitel hablaría de una reforma del frente escénico del teatro a finales del siglo II d.C. o a inicios del III.
El teatro que viene
Ya mismo deberían arrancar los trabajos redacción del proyecto de conservación, restauración y puesta en valor del Teatro Romano de Cádiz, por un importe global de 1.658.989,71 euros. El proyecto, financiado a través de Fondos Feder, incluye como actuaciones principales la rehabilitación de la Posada del Mesón y el reordenamiento del acceso a través de este espacio, así como la conservación de los restos que se hallan a la intemperie y la delimitación de los límites del bien patrimonial, visibles a nivel de ciudad.
Un proyecto que puede dar para mucho, para seguir recomponiendo y conocer mejor cómo era nuestro importante teatro. Uno de los grandes hitos de los arqueólogos que han trabajado en estas excavaciones con Francisco Alarcón al frente como director del teatro, sería intervenir y conservar el graderío ya expuesto, así como finalizar la excavación en las caballerizas de la Posada de Mesón. Como ya reivindicó en su día Francisco Blanco, los arqueólogos también señalan la importancia de la excavación de la Cueva del Peña, que conserva una estructura poliacidada a través de la que se accede al interior de la bóveda por la que se entra a la galería anular del teatro. Otra perspectiva, otra ventana que asomaría al teatro que está por venir.
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