Los grandes monumentos de la arqueología de Cádiz por descubrir

Arqueología

De los cientos de enclaves que quedan por salir a la luz, lanzamos algunos de los más soñados

La Dama de Cádiz era un hombre y el sarcófago masculino una mujer

Tras la pista del anfiteatro de Cádiz

ades en el siglo I basado en un dibujo de Arturo Redondo del libro 'Cádiz de la Constitución de 1812'., donde se recrea el puente y el anfiteatro
ades en el siglo I basado en un dibujo de Arturo Redondo del libro 'Cádiz de la Constitución de 1812'., donde se recrea el puente y el anfiteatro

Cádiz es un gran yacimiento arqueológico. Su historia, narrada a golpe de hallazgos, está pendiente de nuevos capítulos que vendrían a completar el libro de cuantas civilizaciones han pasado por aquí. Del Cádiz fenicio, al romano, almohade al medieval, siendo los descubrimientos sobre los primeros pobladores de época antigua los que más han cautivan a los gaditanos. De cuanto recogen las fuentes orales y también las escritas, estos son los grandes hallazgos que podrían quedar por destapar.

El anfiteatro romano

Del gran mapa de los grandes monumentos del Gades romano, hay un elemento al que apuntan todas las fuentes y es el anfiteatro romano. Un monumento que parecía ubicarse en el subsuelo del área de intramuros que se extiende frente a las Puertas de Tierra. Concretamente, a la derecha del camino que accedía a la ciudad. Los expertos coinciden en que hay muchas posibilidades de que existan restos, pero sus elementos constructivos fueron reutilizados -como pasó con el Teatro Romano-, a lo que se suma el lugar estratégico donde se ubica, que hace imposible una excavación arqueológica. Según relatan las fuentes documentales, concretamente Agustín de Horozco, contaba con un perímetro de 34 metros de ancho por unos 100 de largo. Es decir, que ocupaba una buena parcela anexa a las actuales Puertas de Tierra, llegando a alcanzar probablemente parte del barrio de Santa María, en la zona entonces denominada Huerta del Hoyo.

Hasta el momento, han sido pocos los restos que han aparecido en la ciudad asociados a este legendario edificio y que actualmente se muestran en el Museo de Cádiz. Entre ellos figuran las piezas referentes al gladiador, tan apegada a los juegos que se organizaban en el anfiteatro. Es el caso de las figuras de terracota o las lucernas que los representan.

Puente romano

De aquel hipotético puente no hay restos arqueológicos vinculados. Solo la teoría de que la existencia de la que sin lugar a dudas sería otra gran obra de ingeniería romana vendría resolver algunos asuntos como el abastecimiento de agua de una isla a otra (de Kotinousa a Erytheia), lo que pondría fin a la teoría del cegamiento del canal Bahía Caleta. Así lo recoge el estudio que publicó hace un tiempo el arqueólogo Juan Miguel Pajuelo titulado 'El segundo puente romano de Cádiz'.

Este puente mediría unos 80 o 100 metros de largo por 10 de ancho, y se encontraría a la altura del mercado de abastos, por Puerto Chico. Uniría las dos islas y permitiría abastecer de agua la abundante industria de salazones y de garum que existía en Erytheia -que era la isla menor donde hoy se encuentra el Parque Genovés y la Alameda-, desde Kotinoussa, que recorrería el actual Campo del Sur y Puerta Tierra.

La llegada de esta canalización de agua también explicaría el aumento exponencial de factorías de salazones a Gades, y justo en la del Cómico existe una tubería de un sistema independiente de abastecimiento aparte del de llenado para agua de lluvia, según señalaba el arqueólogo, que defiende el enganche de estas factorías al sistema de la red del acueducto. En su estudio indica que “siempre se ha dado por sentado que el acueducto terminaba en enormes cisternas en la zona del Frente de Tierra y que de ahí se distribuyera a la ciudad", pero el consumo de agua parece señalar que debió haber al menos un ramal que cruzara el Canal Bahía Caleta.

Tercer sarcófago antropoide

Sarcófagos fenicios del Museo Provincial de Cádiz.
Sarcófagos fenicios del Museo Provincial de Cádiz. / Julio González

Uno de los grandes hitos soñados sería un tercer sarcófago antropoide. El hallazgo de los dos primeros revolucionó a la comunidad científica tanto en 1887 como en 1980, cuando se localizaron respectivamente el masculino y el femenino. Si bien, no sería hasta algunas décadas más tardes cuando trascendería a la prensa que el contenido del femenino portaba un esqueleto de hombre y viceversa. Decía Ramón Corzo a este medio, que de los cerca de 200 sarcófagos que se conocen y que fueron descubiertos en Sidón apenas hay estudios antropológicos que se conozcan, por lo que probablemente la talla femenina o masculina no tenía tanto que ver con el sexo del difunto, como de las posibilidades de utilización del sarcófago en el momento que alguien fallecía y de la relevancia y prestigio que rodeaba a la persona enterrada en él. De localizarse un tercero y si cuerpo no coincide con el sexo, podríamos terminarlo de certificar.

El templo de Melkart

Recreación del templo de Melkart
Recreación del templo de Melkart

El enigmático templo de Melkart, aquel lugar sagrado que arqueólogos e historiadores buscan sin descanso, el mismo en el que Julio César soñó que dominaría el mundo antes de nombrar a todos los gaditanos ciudadanos romanos por nacimiento, y en el que Aníbal ofreció sus votos antes de emprender la conquista de Italia, aún no ha resurgido. Varios estudios, expertos y fuentes orales y hallazgos lo sitúan cerca del Caño de Sancti Petri, mientras que otros expertos hablan de la zona del Cerro de los Mártires en San Fernando.

Tuvo que ser un lugar de grandes dimensiones, pues son espacios de culto, pero también de gran poder económico, que incluso tendría tierras a su cargo y que estaría vinculado a espacios portuarios y de almacenes. Una entidad, por tanto, de gran poder político y gran relevancia·

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