“El humor es tan necesario que la gente está dispuesta a pagar para que le hagan reír”

Carles Sans | Actor y componente de Tricicle

El excepcional trío de comediantes catalanes recoge hoy en el Teatro Falla el Max de Honor, que de alguna manera salda la deuda de unos galardones que nunca premiaron sus obras

El anuncio del premio

Los componentes de Tricicle, de izquierda a derecha, Paco Mir, Joan Gràcia y Carles Sans, quien representa al grupo en esta entrevista.
Los componentes de Tricicle, de izquierda a derecha, Paco Mir, Joan Gràcia y Carles Sans, quien representa al grupo en esta entrevista. / David Zorrakino/Efe
J. A. L.

17 de abril 2023 - 06:00

Cádiz/Tricicle está hoy de enhorabuena. Joan Gràcia, Paco Mir y Carles Sans se subirán juntos de nuevo a un escenario, el del Gran Teatro Falla de Cádiz, para recoger el Max de Honor, el premio que reconoce sus cuatro décadas haciendo reír a la gente con gestos, sin palabras, con espectáculos que ya forman parte de la historia de las artes escénicas españolas. Carles Sans ejerce de portavoz del trío en esta entrevista.

–Imagino que será un honor recibir este Max de Honor por una labor tan callada. ¿Qué supone este galardón?

–Bueno, creo que cuando te dan un Max de Honor es como un reconocimiento, un premio a la carrera. Creo que es un reconocimiento a 43 años de éxitos ininterrumpidos, habiendo convocado tantísimo público siempre, con espectáculos que hemos viajado a medio mundo... Se ha hecho esperar, pero al final aquí está.

–Cuando se anunció la concesión del premio, en la nota había unas declaraciones suyas en ese sentido. ¿Sienten que debió llegar antes este reconocimiento?

–A ver, uno no vive pensando en si nos van a dar premios o no, pero sí que cuando se ve que año tras año se van anunciando nominados... Porque ya no es tanto si te han dado el premio, es que ni siquiera hemos sido nominados; jamás, nunca.

–Qué raro.

–Es todavía más extraño. Y vas viendo que van sucediéndose los años y que no, y das por sentado que esto ya no va a ser. Tampoco es que te estés haciendo el harakiri, pero luego, cuando te lo dicen, lo que se te ocurre decir es: “Bueno, pues ya tocaba”.

–Resulta extraño que después de tantas propuestas tan triunfales, tan rotundas, parezca que el mundo de las artes escénicas haya mirado hacia otro lado.

–Bueno, a ver, los Max es un premio difícil, no es como los Goya. En los Goya, los académicos reciben todas las películas y las pueden ver. En teatro esto no es posible, en teatro tienes que ver la obras donde esté. Y entiendo que una función que se desarrolla en Cádiz, yo, que estoy en Barcelona, si no me desplazo no la voy a poder ver, salvo que vaya para allá. Lo que pasa es que en el caso de Tricicle, al ser una compañía que ha ido por toda España durante tantísimos años teniendo el éxito que hemos tenido, pues sí que sorprendía un poquito. Pero bueno, esto está ahora solucionado... Parece ser que nos guardaban la sorpresa para última hora.

–¿Y guarda Tricicle alguna sorpresa a su vez para la recogida del premio? ¿Sacarán una sierra eléctrica?

–(Ríe) No, no, no...

–Van ser muy formales.

–Vamos a estar contentos, pletóricos y vamos a celebrarlo.

–En un teatro, además, que siempre les ha acogido bien.

–Desde luego. En el Teatro Falla hemos tenido siempre un público muy cariñoso, que nos ha venido a ver cada vez que hemos estado en Cádiz. Y el teatro es tan emblemático que hace ilusión recibirlo allí. Además, Cádiz es una provincia que al parecer se ha destinado a darnos los mejores premios, porque la Medalla de Oro de las Bellas Artes nos la dieron en Jerez. Está muy bien lo de ir a buscar premios a Cádiz, magnífico.

–¿Por qué se produjo la despedida de Tricicle de los escenarios, se había agotado el modelo?

–Siempre hay que poner un punto final a las cosas. Los 40 años nos parecía que era una cifra suficiente. También es verdad que te cansas de tanto viaje; nosotros viajábamos nueve meses al año. Al principio es muy divertido todo, pero al final ya se hace más costoso. Luego, también, creo que cada uno de nosotros buscaba desarrollarse a nivel individual. En mi caso estoy con un espectáculo que se llama ‘Por fin solo’ con el que voy girando por España; Paco hace dirección, Joan, también... No sé, ya tocaba.

–De todas formas siempre hicieron alguna cosa por separado. Usted hizo cine, por ejemplo.

–Pero lo hacíamos más en aquellos agujerillos del calendario que Tricicle lo permitía. Yo había dirigido mis cortometrajes, y cada uno había hecho sus cosas.

–Parafraseando el título de la película de Gómez Pereira en la que intervino: ¿el humor perjudica seriamente la salud?

–El humor beneficia muy seriamente la salud. Siempre digo que mira si es necesario para las personas el humor que la gente está dispuesta a pagar para que le hagan reír, cuando es una cosa que puede ser gratis y en el día a día podemos conseguir reír. Pero no es suficiente y entonces vamos y buscamos a especialistas, que podría ser Tricicle o cualquier comediante, dispuestos a hacer reír a la gente. ¿Por qué? Porque yo creo que es fundamental reírse, es terapéutico. De hecho, Tricicle hizo un espectáculo que se llamaba ‘Garrick’, que iba sobre los beneficios del humor y de la risa.

–En su sentido más amplio, ¿Tricicle ha sido siempre libre haciendo humor, ha habido alguna cortapisa, autocensura?

–Jamás. También es verdad que Tricicle ha practicado un humor muy familiar, quiere decir que no nos hemos metido en demasiados charcos precisamente porque hemos hecho el humor que a nosotros como personas nos hacía gracia y eso nos ha dado la posibilidad de llegar a gente desde 8 años a un señor de 80.

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