"Este libro es muy especial para mí porque con él cierro un ciclo"
Rosario Troncoso. Escritora
La autora gaditana presenta 'Transparente', su sexto poemario, mañana en la Asociación de la Prensa de Cádiz.
Hace nueve años Rosario Troncoso (Cádiz, 1978) irrumpía en la escena de las letras de nuestra provincia con un sugerente poemario, Huir de los domingos que se presentó en la Asociación de la Prensa de Cádiz. "Tan nerviosa como ahora", ríe la escritora y profesora que ahora tiene entre sus manos a Transparente, su sexto libro de poemas, un libro "muy especial" para la gaditana porque "con él cierra "un ciclo", confiesa Troncoso que, como símbolo, como una manera "también de cerrar el círculo", ha querido regresar a la casa de la Prensa gaditana para la puesta de largo de su obra donde estará acompañada de la periodista Miriam Peralta, el escritor Antonio Serrano Cueto y la soprano Ana Troncoso.
"Nerviosa, asustada pero satisfecha y feliz". Un cúmulo de sensaciones se arremolinan en la cabeza de la escritora que nos brinda su obra "más madura" para dejar reposar "un tiempo" su poesía, explica. "La narrativa me da bastante respeto pero, a partir de ahora, quiero hacer las cosas con un poco más de tranquilidad, explorar otros campos, absorber lo que tengo alrededor... La poesía está ahí pero ahora quiero descansar un poco de eso y empezar a investigar otras cosas", baraja.
Quizás, también, porque en Transparente, Rosario se vuelca entera. "Yo siempre he pensado que la poesía no es una terapia, no es un lugar para desahogarte. La poesía es literatura y necesita de trabajo y de reposo. Pero, es cierto que en este poemario hay mucho de mí, en esos poemas estoy yo en estado puro y mucho de lo que me preocupa", reconoce.
"Transparente como el agua, transparente como el cristal, tan frágil en el fondo...", idea la autora que construye este traslúcido armazón en dos partes. La primera, Derribos controlados, "más intimista", y la segunda, Ya no son infalibles las rutas conocidas, "más social". En total, 41 poemas "cortos, como fogonazos", describe, a veces, besando el haiku, otras, tonteando con el aforismo, o extendiéndose, un poco más, sin llegar a rozar los límites de la página.
En la primera mitad, es donde Troncoso aparece "más reflejada". A través de los temas universales de la poesía -amor, desamor, muerte, paso del tiempo- la escritora nos seduce con su "despertar a la vida". "Por eso -relata- son Derribos controlados, son todas aquellas sensaciones que sabes que tienes que pasar, que ocurren y controlas pero que, no por ello, dejan de importarte, de dolerte".
El poeta como "testigo de su tiempo" como ser humano "en primera fila de la realidad" toma las riendas de la segunda parte de Transparente. "Es una mirada más social la de estos poemas, hablo sobre las cosas que nos rodean y me preocupan, hay un poema titulado Desahucio...", ejemplifica. Y es que para la escritora el literato tiene que estar "en contacto" con su tiempo, con la sociedad. Un papel que Troncoso no sólo ejerce como literata, también y sobre todo, como docente. "Soy profesora en el San Telmo en Jerez y esa labor con los chavales, aunque puede sonar a tópico, es muy gratificante. Sí, puede ser complicado a veces pero compensa, compensa una barbaridad cuando algunos de esos chicos conectan contigo y te conviertes en asidero o en guía... Eso es lo más bonito que le puede ocurrir a un docente y, afortunadamente, ocurre y compensa lo demás", se congratula.
Todas esas alegrías y todas esas decepciones están, de alguna manera, en este Transparente, tan Rosario, tan Charo, "tan yo", se cuenta la autora que debutó con ese Huir de los domingos y que continuó su carrera en la poesía con Delirios y mareas (2008), Juguetes de Dios (2010), El eje imaginario (2012) y Fondo de armario (2013), además de participar en distintas antologías y publicar una recopilación de algunas de sus obras en Yo no soy Dorothy, ni este es el Reino de Oz (2012).
"De todas ellas estoy muy orgullosa, claro, lo que ocurre es que con Transparente creo que he llegado a un punto de madurez creativa interesante", valora la gaditana que publica este último poemario con La Isla de Siltolá, un sello, también, "muy especial" para Troncoso. "He admirado desde siempre a Javier Sánchez Menéndez, el director de esta editorial. Él es un poeta exquisito y yo lo he leído mucho. Así que cuando me llamé hace unos dos años para pedirme que escribiera un libro con ellos pues... imagínate... me emocioné muchísimo", recuerda.
En ese momento, Troncoso también estaba envuelta con otros proyectos -estaba naciendo Fondo de armario y su editorial Dos Mil Locos Editores, un proyecto con el que sigue colaborando, además del trabajo con la revista cultural que dirige El Ático de los Gatos- pero, "poco a poco", fue encontrando el sentido y los versos para este poemario. "Le he dedicado mucho tiempo a este libro y le he puesto mucha ilusión, además el trabajo con Javier ha sido estupendo, se ha preocupado mucho por mí y por la obra, ha sido un lujo trabajar con él", alaba la autora que mañana cierra ciclo, cierra círculo, tal y como lo empezó, transparente.
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