El paisaje sentimental de Pepe Palacios se avista en Rivadavia
Arte
El pintor chiclanero expone hasta finales de octubre sus 'Marismas. Tierras Bajas' en la sala que gestiona la Fundación Provincial de Cultura de Diputación de Cádiz
Cádiz/"Sólo hace falta que te pares 30 segundos delante del cuadro para que te cuente una historia", dice Pepe Palacios, y lo hacemos. Nos plantamos frente a sus caminos terrosos, a sus dunas eternas, enfrentando al verde que desafía los cielos nublados y el ambiente ocre para escuchar y encontrarnos y, sobre todo, para escuchar y encontrar a un pintor sincero que sólo sabe pintar, explica, lo que ve. "No podría pintar la Cosa da Morte o los Pirineos o el parque del Retiro de Madrid, porque no los piso, no me llegan, no los siento", confiesa el chiclanero que desde este jueves expone sus Marismas. Tierra bajas en la Sala Rivadavia de Cádiz.
Se trata de una muestra compuesta por una treintena de obras de diferentes formatos que aúnan piezas de distintas colecciones del creador "además de algunas hechas expresamente para esta exposición", revela, como es el caso de la composición Playa de Cortadura, que reina en la sala principal destacada su presencia en la pared donde cuelga teñida de negro.
Óleos sobre lienzos, principalmente, que comparten protagonismo con "un pequeño apunte de los carbones" que, como ha tildado Palacios, es "el origen" de su pintura. "Antes de hacer el óleo trabajo con el carbón hasta tal extremo que me gusta ver el contraste que se hace de lo claro y de lo oscuro. Ahí compongo, ahí dibujo y ya luego se pasa al óleo o a quedarse en un cuadro meramente con carbón", ha detallado.
En unos y otros, Cortadura, las marismas, Sancti Petri, los paisajes naturales de San Fernando, de Chiclana... "Quizás el pintar esa zona es porque he pasado mi infancia en un lugar tan específico como es el poblado de Sancti Petri", baraja el artista que con su obra demuestra, como dijo el poeta, que la patria es la infancia. "Normalmente la infancia es la época más feliz de nuestra vida y yo recuerdo cuando en el poblado de Sancti Petri había vida. Allí se vivía, se trabajaba, se conocían todas las familias.. Yo jugaba con los amigos, recorría aquellas playas, las marismas, me iba a mariscar...", dibuja con palabras lo que cuenta con pinceladas en su obra.
Y es ese recuerdo el que permanece vívido en su cabeza, por eso, prefiere "no volver". "Me da mucha pena ver aquello", confiesa el pintor que, sin embargo, es "consciente" de que "todo cambia" y que un pueblo "es un ente que está vivo". "Y aunque Sancti Petri ya no es un pueblo como tal es una zona que, entiendo, en estos tiempos se tiene que explotar de una forma turística y para que la disfrute todo el mundo", se aviene no sin cierta nostalgia.
Junto a esos paisajes maravillosos, casi místico si atendemos a las leyendas de héroes tartésicos o de La Atlántida que buscó hasta Manuel de Falla, la chispa de su idilio con la pintura surgió, inevitablemente, de la observación del trabajo de su padre, el pintor Francisco Palacios Acuña. "Yo es que de pequeño veía a mi padre pintar todos los días, lloviera o tronara, lo de mi padre con la pintura era un pasión tremenda y llegó un momento en el que yo sentí que esa pasión también la estaba sintiendo. Así que comencé a pintar en mi juventud y ya no paré, ni creo que ya pare", sentencia.
De hecho, Pepe Palacios, que "con 6 o 7 años" se fue a Barcelona casi una década pues su familia emigró a la Ciudad Condal, regresó después a Cádiz donde sigue viviendo y pintando en el estudio que comparte con Enma Lápiz y Enrique Cabanillas. "Ahora me voy a tomar un descansito porque preparar la exposición ha sido algo intenso pero estoy muy contento porque el resultado es magnífico, ya sólo queda que la gente la disfrute". Y lo harán, hasta el 22 de octubre en la Sala Rivadavia de martes a viernes en horario de 11:00 a 13:30 y de 18:00 a 20:30 horas; y los sábados de 11:00 a 14:00 horas. La Fundación Provincial de Cultura abre la posibilidad de concertar visitas guiadas en el teléfono 956 22 00 68.
Inauguración con despedida
La presentación a prensa de la exposición Marismas. Tierras bajas, del pintor Pepe Palacios, fue "un poco más especial", como ha tildado el diputado de Cultura, Antonio González Mellado, pues ha sido la última que ha contado con la presencia del viceconsul de la República Argentina, Ezequiel Martín, que regresa ahora a Buenos Aires.
Tanto González Mellado, como el propio Pepe Palacios que ya conocía al diplomático, han destacado "la gran contribución" de Martín "a la cultura de la provincia" y su especial sensibilidad con el arte.
El viceconsul, que ha presidido la comparecencia pública en la Sala Rivadavia, instalada en la planta baja del Consulado de Argentina, se mostró "muy agradecido" por las palabras del diputado, por sus años compartidos con la ciudadanía de Cádiz y por el trabajo realizado por su cónsul, Mariano Zarazaga, presente en la inauguración de la exposición.
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