La película de GADIR
Los dos audiovisuales que se proyectan en el yacimiento usan las últimas tecnologías del mundo cinematográfico, al nivel de 'Avatar' o 'Spiderman'
Que el yacimiento Gadir ofrece la tecnología más puntera que existe en musealización es evidente. Y que los audiovisuales que proyectan están a la altura de súper producciones como Avatar, Los cuatro fantásticos, Spiderman o King Kong, es toda una realidad.
Para ser exactos, la pantalla panorámica que ofrece la evolución de Cádiz, desde la época fenicia hasta la actualidad, cuenta con formato 4K (con más de cuatro mil cien píxeles de resolución), con planos que han sido filmados con Red One Epic (de la que existen muy pocas en España) y cuyas secuencias en 3D han sido trabajadas con tecnología multi-pass y compuestas en Nuke, en otras palabras, al más alto nivel que hoy alcanza el mundo del cine.
"Teníamos que rodar acorde a la gran pantalla panorámica que habían dibujado en el proyecto museográfico, que ocupa nada menos que trece metros", explica Miguel Alonso, director y realizador de las películas, y movie maker de la empresa Cyan-Animática, encargada de la realización y producción de los audiovisuales del yacimiento, una de las firmas con las que ha trabajado Vitelsa, adjudicataria del proyecto.
Pero éstas son sólo algunas de las pinceladas de un ambicioso trabajo, los dos soportes audiovisuales en los que se sustenta de forma muy divulgativa y atractiva la historia de Gadir, desde su fundación, hasta nuestros días, desde este punto alto de la antigua isla de Erytheia.
Es precisamente en este enclave alto de la ciudad donde se levanta una de las grandes pantallas del Cómico, desde la que el visitante puede obtener la misma perspectiva que tenían nuestros ancestros. "Si rompiéramos este muro y pudiéramos meternos en la máquina del tiempo y llegar al 800 a.C., veríamos justo lo mismo que se ve aquí", dice Miguel Alonso, poco antes de relatar la historia de esta película.
"Nuestro trabajo dio comienzo con el protocolario briefing, que es la petición del cliente". Y pronto surge la propuesta del sello Cyan. "No habrá movimiento de cámara, siempre será el mismo punto de vista de la Bahía, y sólo cambiará la forma en que el ser humano interviene en el paisaje, como un flashback. Y el cliente accedió".
Es entonces cuando el equipo entró en acción. Se movilizó al grupo de documentación, y es cuando comenzó el trabajo codo con codo con los arqueológos del yacimiento. "Cada paso que damos es certificado por los arqueólogos, eso es fundamental".
Pero fue el experto en dibujo prehistórico, Javier Hermida, de los mejores storyman de paleontología del mundo", el encargado de desarrollar el story board, de dibujar los momentos claves de esta evolución histórica del paisaje, siempre visto desde la parte alta de la metrópolis, desde el mismo Cómico.
Comenzó dibujando un paisaje solitario en pendiente hasta visualizar el mar; la llegada del primer fenicio; la construcción de las primeras casas aisladas; de las calles; de la ciudad completa; del inicio del tráfico marítimo, con el primer pantalán; el primer derrumbe y abandono; cómo las dunas se tragan los restos y sobre los restos fenicios construyen los romanos, y se pasa al siglo X, XIV y XVI, "porque en este yacimiento sólo aparecen sustratos fenicios y romanos, por lo que saltamos prácticamente al Cádiz actual, con esa foto impresionante tomada desde la Torre Tavira".
En esta recreación evolutiva incluyeron otro elemento creativo, que se alterna con estas perspectivas del paisaje, que son los planos cortos en el interior de la calle de una ciudad fenicia. "Lo hicimos con una técnica que es mirar al suelo, así que vemos los primeros pies de los fenicios, el primer gato... etc.", añade Miguel Alonso, que vivió todo el proceso como una gran aventura.
Pero claro, había que rodar en una calle fenicia, "así que empieza la segunda batalla, localizarla". Los arqueólogos les informaron de que en España no queda ninguna construcción similar, que tan sólo en África, en Marruecos, podían encontrar construcciones actuales de casas bereberes que pueden parecerse. Así que dicho y hecho, se agarraron al programa de cooperación del proyecto Namae, y partieron al país vecino en busca de material fenicio.
En este viaje al Marruecos más profundo empezó otra de las aventuras de la película de Gadir. "Me fui con el equipo de cámara a hacer una prospección, y visitamos aldea por aldea, y ya cerca de Asilah, localizamos una casa recién construida. Tengo que decir que nos atendieron maravillosamente allá por donde pasábamos". Pero en el afán perfeccionista del equipo decidieron acometer una serie de arreglos, de modo que contrataron a marroquíes expertos para realizar casas de adobe -como construían los fenicios- y carpinteros, para elaborar una esquina que hicieron en madera forrada de este material, y así dar profundidad a la secuencia de la calle. También se elaboró el suelo con arcilla verde.
Y ya construida la casa había que diseñar el perfecto atrezzo, el vestuario, la orfebrería, vasijas, platos, las alfombras que usaban en sus casas, "para lo que recorrimos numerosos mercados desde Ceuta hasta Asilah, e íbamos fotografiando todo cuanto encontrábamos que nos podía servir, lo enviábamos por whatsapp al arqueólogo José María Gener, y él iba dando el visto bueno". También compraron en una segunda batida alfarería, a falta de un horno que elaboró un artesano marroquí y una lámpara que aparece en el enterramiento romano, que hizo un alfarero del sevillano barrio de Triana.
También trabajaron concienzudamente en los vestuarios y caracterización, en este continuo proceso de documentación histórica, buscando las telas oportunas, los tintes y los peinados más fidedignos. "Los fenicios tenían rastas en la barba y tirabuzones en el pelo, y así lo caracterizamos una vez elegido Mattan en el casting, para el que buscábamos a alguien con facciones muy sirias". Es Javier García, el actor encargado de encarnar a este primer fenicio hallado en el solar, y que al hilo de su enfermedad, que entre otros síntomas como dolores de cabeza o vértigo también provocaba alucinaciones, les sirvió de baza para hilar el atractivo argumento del vídeo de presentación del Yacimiento Cómico. Completan el reparto Cristina Nollet y Gregor Acuña.
Pero si el audiovisual panorámico destaca por la brillantez técnica, realización y producción, el guión que presenta Gadir al visitante nada más poner un pie en el yacimiento, da un paso más en lo que respecta a contenidos de soportes audiovisuales para espacios museísticos.
El caso del hallazgo de un cadáver fenicio en un solar de Cádiz da paso a un auténtico capítulo de serie policíaca, que en este caso "se inspira en la serie Bones", comenta Miguel Alonso. Las alucinaciones sufridas por Mattan conectan el pasado y el presente, los últimos días de la vida de este fenicio que investiga la policía. Ella va llegando a él, a la par que él vive una revelación de su querido dios Baal Hammon, que le encomienda descifrar el enigma del futuro. Un cruce temporal que da vida a este capítulo policíaco grabado en el Castillo de San Sebastián e hilado entre los hallazgos que se sucedieron en el Cómico -las bulas para sellar acuerdos comerciales, material cerámico, el otro cadáver hallado, etc...-, y otras pinceladas históricas, que en modo documental al uso, completa la cinta.
Andrés Alés es el guionista de esta arriesgada propuesta que en un primer momento asustó al equipo municipal, que quiso modificar algún aspecto. "Pero Alés les dijo, a ver señores, este guión es una parodia, queremos vender un formato que atraiga público al museo, que no son sólo arqueólogos e historiadores. Si os da miedo tardo 72 horas en realizar un documental al uso". Y fue entonces cuando la representante de Cádiz Film Office, María Jesús Firmat, accedió.
"El éxito, como decía el publiclista Luis Bassat, no es que un creativo haga algo maravilloso, sino que haya una marca que lo quiera comprar. En más de 20 años de trayectoria sólo me he encontrado con dos clientes tan arriesgados, y el Ayuntamiento de Cádiz ha sido uno de ellos", reitera Miguel Alonso, que ha vivido todo este proceso de una forma muy pasional, tomando el pulso a la historia de un enclave que se interpreta de una forma distinta, pero certera.
"Es muy importante saber que el guión tiene trascendencia científica, el cadáver presentaba el síndrome de Arnold, lo que provocaba alucinaciones, a lo que nos agarramos para contar esta historia que se presenta como una puerta en el tiempo".
Pero nada, salvo el guión, se escapa de la realidad. "Todo museo debe tener rigor. Somos una empresa especializada en construir soportes audiovisuales o multimedia en espacios expositivos, podemos permitirnos licencias creativas, pero siempre desde una base científica".
Un complejo trabajo puesto en pie por un versátil equipo humano que ha hecho posible que la historia se contara así. Una cautivadora fórmula de acceder a la historia, a la película de Gadir.
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