“Esta pieza ha acabado siendo un homenaje a las mujeres que ya no están”

Anna Hierro | Bailarina de La Veronal

La compañía La Veronal cierra el festival Cádiz en Danza representando esta noche en el Falla la obra ‘Sonoma’

Programación de Cádiz en Danza

La bailarina de La Veronal Anna Hierro.
La bailarina de La Veronal Anna Hierro. / Marina Rodríguez

La compañía La Veronal clausura esta noche el festival Cádiz en Danza. Será con la pieza ‘Sonoma, una obra de Marcos Morau, director de la compañía, que hunde sus raíces artísticas y escénicas en el universo del genial cineasta Luis Buñuel. La catalana Anna Hierro, una de las nueve bailarinas que integran el elenco de esta noche en el Falla y que por primera vez actuará en Cádiz en Danza, desgrana en esta entrevista la singularidad y las claves de esta propuesta del coreógrafo valenciano.

–La pieza que presentan lleva por título una palabra inventada, ‘Sonoma’, a partir del griego y el latín: sonido y cuerpo. Suena a danza, desde luego.

–Así es, y además con el universo de Luis Buñuel como un gran referente para Marcos cuando ideó la pieza. Tanto por la estética como por algunas reminiscencias que hay de Aragón, de Calanda, sus tambores... Hay como muchas cosas en la pieza que están conectadas con la vida de Luis Buñuel y con su obra, porque también hay una cruz presente simbolizando la religión.

–Las constantes del propio Buñuel.

–Sí, el folklore, la religión, todo esto está ahí en la pieza.

–¿Y el título?

–Sonido y cuerpo. La percusión tiene un papel muy importante, y no solo los tambores que nosotras mismas tocaremos, sino también el mismo tipo de música que se ha compuesto para la pieza. La percusión tiene mucho peso. También usamos la voz, porque en la pieza hablamos y cantamos, y también en la selección musical hay una pieza vocal muy importante.

–¿Cómo se traslada todo ese universo de Buñuel al escenario?

–Como decía, los tambores, la cruz... Luego, hay también un momento de la obra en que se escucha una jota aragonesa. Y esa conexión con la religión: evidentemente, la educación que tuvo Luis Buñuel y toda su época se vio influida por el peso que tenía y había tenido la religión; como lo tuvo en estos artistas del surrealismo que se salieron de la norma.

–¿Es muy cinematográfica la pieza y muy surrealista?

–Sí, yo creo que tiene momentos cinematográficos. Además, se hizo un documental sobre el proceso de creación de la pieza, que está en la plataforma de La Caixa, CaixaForum +, y en esta cinta hay una combinación de imágenes de ensayos reales, de nosotras creando la obra con Marcos, con imágenes de ficción porque a los cineastas les pareció que era un universo muy cinematográfico y quisieron crear esto. Entonces, sí que hay algo de cinematográfico porque la estética está muy muy cuidada. Y luego, también hay imágenes que pueden parecer surrealistas, como la presencia de un gigante sin cabeza; cosas del mundo onírico.

–Creo que hay más obras de Marcos Morau con referencias a Buñuel.

–Esta es la que más. Para él ha sido una inspiración siempre, pero esta es como en la que más ha ahondado hasta el punto de usar una jota de Aragón o usar unos tambores enormes, tocarlos...

–¿Estamos ante una pieza eminentemente femenina o feminista? Hay casi una decena de bailarinas en la obra.

–Es femenina, sí. Cuando Marcos estaba ideando esta pieza, para él era un elenco completamente femenino, ya la ideó así.

–Con alguna intención, imagino.

–Yo creo que no. No hay como una intención de hacer un alegato feminista, pero sí que quería que fuera femenina, veía mujeres en el escenario sin ningún objetivo de hacer un alegato feminista. Es un tema que le apetecía y lo vio así, como un elenco femenino, con voces femeninas, con mujeres tocando. De alguna manera, la pieza ha acabado siendo un homenaje a nuestras abuelas y a otras mujeres que ya no están y que en la vida sufrieron o se encontraron con situaciones... Hay un punto como de rabia, de potencia, de fuerza, de grito, de rebelarse.

–Leo que hay varios cambios de vestuarios desde una indumentaria más antigua, ataduras con unas cuerdas, una liberación...

–Exacto. Es más eso, la antigüedad de la que venimos y cómo eran las mujeres de antes y cómo han vivido. Está más en esta línea, aunque alguien que vea la pieza pueda pensar que sea feminista. Una cosa no quita la otra. Marcos, con el que llevo trabajando desde 2008, ha trabajado mucho con mujeres desde sus inicios, y entonces no estaba el subidón del feminismo.

–Usted viene por primera vez a un festival de una ciudad que no vive intensamente la danza durante el año pero que ahora, por ejemplo, la saca a la calle.

–Estos festivales son importantísimos para visibilizar nuestro trabajo, que en muchas ciudades es como inexistente. Igual las propuestas teatrales o musicales están mucho más programadas que las de danza. Entonces, que existan festivales así, se mantengan y traigan gente y compañías de renombre, con una carrera contrastada, me parece que es importantísimo. Ojalá hubiera muchísimos más Cádiz en Danza en otras ciudades de España.

La danza vuelve a las calles de Cádiz en la jornada de clausura del festival

El Festival Internacional Cádiz en Danza cierra hoy su 22 edición recibiendo a grandes nombres de la danza en sus teatros y espacios públicos, escenarios no convencionales para la danza, que se suman a la presencia de La Veronal en el Falla.

La jornada de clausura del Festival comenzará a las 12.00 horas en el espacio Entre Catedrales. En primer lugar, en escena estará la compañía galaico-portuguesa Colectivo Glovo que vuelve a Cádiz en Danza para presentar su dúo ‘Alleo’, una particular atalaya desde la que observan e interpretan el mundo. Les seguirán los navarros de Riart Company para presentar su ‘Dérive’ en la que dos individuos luchan por superar las ataduras sociales desde la mezcla de diferentes disciplinas coreográficas.

A las 13.00 horas, en la plaza de San Juan de Dios, el extremeño Álvaro Murillo ofrecerá un segundo pase de su reinterpretación flamenca de ‘Bodas de sangre’ en el solo ‘8 Km EN MULA’. Este espectáculo del Circuito 2024 de la Red Acieloabierto pudo verse hace unos días en el Campo del Sur.

La última propuesta de esta edición de Cádiz en Danza, antes de que se repersente la obra de La Veronal en el escenario del Gran Teatro Falla, será en la sala Central Lechera y correrá a cargo de Roser López Espinosa, que interpretará a las 19.00 horas ‘Cometa’. Se trata de un espectáculo que invita a emprender un viaje de fantasía recomendado para niños entre 6 y 10 años.

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