Los pinceles de Pepe Baena se convierten en las llaves de su casa

Arte

El pintor gaditano inaugura en la Sala Rivadavia de Cádiz la exposición 'La vida misma', con una veintena de cuadros que retratan a su propia familia

Esa pintura a lo Pepe Baena

Entrevista con Pepe Baena

El pintor Pepe Baena posa en la Sala Rivadavia junto a los retratos de dos de sus hijos.
El pintor Pepe Baena posa en la Sala Rivadavia junto a los retratos de dos de sus hijos. / Julio González

'La vida misma' es el título de la nueva exposición de Pepe Baena en la Sala Rivadavia de Cádiz. El pintor gaditano vuelve a recurrir a su entorno más cercano, a su propia familia, para dibujar escenas de la vida cotidiana en la que lo mismo aparecen sus tres hijos (Sara, Pepe y Mateo) que su padre alrededor de una barbacoa o su mujer en las habitaciones de su casa. Porque Pepe Baena con esta exposición, con su personalísima manera de afrontar la creación artística, no hace otra cosa que convertir los pinceles en las llaves de su propia casa, de manera que quienes visitan la muestra acceden con total libertad a estas estampas domésticas tan cotidianas que el común de los mortales fotografía y que Baena lleva al lienzo con peculiar maestría.

En la presentación a los medios de esta exposición, que abre oficialmente sus puertas esta tarde, Pepe Baena ha estado acompañado por la responsable de Cultura de la Diputación Provincial, Vanesa Beltrán, y por el cónsul adjunto de Argentina en Cádiz, Ezequiel Andrés. Trabajador de la Diputación Provincial desde 2006, como cámara en el Servicio de Vídeo, Pepe Baena ha mostrado su extraña sensación de, por un día, estar delante de las cámaras en un acto de la institución provincial. También tuvo palabras de agradecimiento a Paco Mármol, responsable de las exposiciones organizadas desde Diputación.

En total, el artista gaditano expone en las dos salas del edificio Rivadavia un total de 22 cuadros. Sólo uno de ellos, el dedicado a su amigo Paco Leal, se sale de la línea intimista y familiar que domina la exposición. Un Paco Leal, por cierto, con una mirada limpia y penetrante, logradísima, y con una inusual seriedad que el visitante que haya conocido al retratado puede esperar que, en algún impredecible momento, cambie por una de sus transparentes y peculiares carcajadas.

Pero la mayoría de las obras que se presentan en la muestra son de su casa y de su familia. De sus hijos saltando desde el sofá, haciendo muecas, tras el baño, divirtiéndose con unos dinosaurios de juguete e incluso durmiendo para recuperar fuerzas tras tan intensa actividad cotidiana.

Reconoce con humor Pepe Baena que los retratos de su familia han provocado ya "algunos piques" entre sus hijos por ver quien de ellos protagoniza más escenas pictóricas, y que llevarlos al lienzo forma parte de su manera de entender la creación artística y la utilidad de la pintura.

En este punto, Baena echa mano de las palabras de Ignacio Estudillo, el artista plástico que firma el prólogo del catálogo de la exposición y que entiende que el artista no mostraría estas imágenes si estuvieran hechas con una cámara fotográfica. "Es así -explica Pepe Baena-. Enseño estas imágenes porque están pintadas, porque me gusta que el espectador se acerque a los cuadros y vea los colores, los rasgos, los fallos...". Una manera en definitiva de convertir lo familiar y cotidiano en arte que podrá verse en Rivadavia hasta el próximo 21 de diciembre.

El horario de apertura es de martes a viernes, de 11.00 a 13.30 horas y de 18.00 a 20.30 horas. Los sábados de 11.00 a 14.00 horas.

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