"Es preocupante que los de arriba le pongan la zancadilla al arte"
María Rozalén. Intérprete y compositora
La cantautora llega este viernes al Teatro Falla para presentar su segundo disco 'Quién me ha visto...' que desde su lanzamiento se mantiene en los puestos más altos de las listas de ventas
-'Quién me ha visto...' titula a su segundo disco, ¿ha cambiado tanto su vida en este tiempo?
-Han pasado bastante cosas, han sido dos o tres años súper intensos, de estos que aprendes un montón de cosas y, bueno, me he dado cuenta que todo no es tan bonito pero sigo estando enamorada de la vida. Yo siempre lo digo, yo estudié Psicología pero las lecciones me las estoy llevando ahora. Y, encima, estoy descansado muy poquito así que tampoco me ha dado tiempo a digerir todo.
-Sin embargo, ha sacado tiempo para componer, ¿cómo se las apaña para escribir en toda esta vorágine que cuenta?
-Es que bajo presión funciono bien y cuando terminó la gira hubo un poquito de caña para que sacara el nuevo disco pronto de forma que me puse a componer. Llevo tres años sin poder descansar ni una semana pero estoy contenta porque me dedico a algo que me hace feliz, así que el día a día se me hace agradable.
-Entonces, ¿durante las giras no compone?
-Sí pero no es lo mismo. Cuando terminó la gira sólo tenía tres canciones y no del todo terminadas. Había que ponerse la pila.
-Y lo de los puntos suspensivos, de nuevo, en el título, ¿le va lo de dejar cosas en el aire?
-(Ríe) No que va, es que yo soy mucho de escribir puntos suspensivos, también creo que al hablar... Y es que los puntos suspensivos dicen muchas cosas, pueden tener tantos significados... Además yo me pinto esos tres puntitos en el ojo, al lado de la raya... Bueno, son tonterías...
-En este disco se abre a más terrenos musicales pero, ¿dónde María se siente más Rozalén?
-Pues me siento a gusto cuando hago cosas diferentes, si me tiro dos canciones con el mismo tono o el mismo ritmo me aburro. Me divierte el eclecticismo, me divierte el estar jugando con emociones, el subir y bajar... En los conciertos, no sólo en el disco, esto hace que sean más dinámicos.
-¿Cómo ha sido su acercamiento, por ejemplo, a la cumbia? Porque en el bolero, no sé, la veía más...
-¿Si me veías en el bolero? ¡Qué bien, como también era la primera vez! Pues a ver, con estos estilos me he dejado llevar por la influencia de gente sudamericana que me gusta mucho como Jorge Drexler, Kevin Johansen, Calle 13... De hecho, la producción de la cumbia la ha hecho Sebastián Merlín, que es quien produce a Drexler, pensamos que si nos íbamos a meter en un terreno que no es el nuestro pues que teníamos que llamar a uno de los mejores. Y me encanta como ha quedado.
-¿Por qué 'La belleza' de Aute?
-Ha sido un regalo para mí que esté en este disco porque esta canción me encantaba desde niña y se hizo para el disco Giralunas de homenaje a Aute que ha salido este año y nos gustó mucho. Existía la posibilidad de que entrara en este disco y entró. Ahora la canto en los directos porque es una gran canción y las grandes canciones no hay que dejar de cantarlas y versionarlas con todo el respeto.
-Hablando de respeto, hay un tema que dedica al músico sevillano Joaquín Calderón. Me gustaría que explicara a la gente que aún no lo conoce quién es.
-Joaquín Calderón es un cantautor sevillano que marca mucho la diferencia con sus composiciones. Cuando llegué a Madrid me enseñaron cantautores que debía escuchar para aprender y para ser una buena cantautora y Joaquín fue uno de los que me enamoró. Así en la canción hay guiños a versos suyos y, a la vez, es como una declaración de amor total. Luego tuve la suerte de conocerlo y que se convirtiera en un gran amigo mío y por eso también en la canción habla de convertir en alguien cercano a quien admiras. Estoy contenta con esa canción y él también. En realidad, sí, es una canción de amor.
-El bonus track lo grabó en Argentina donde también hizo alguna promoción, ¿cómo ha sido la experiencia en el continente hermano?
-Sí lo grabé en Buenos Aires, parezco importante y todo (ríe). Y la experiencia ha sido una maravilla aunque sólo he conocido Bolivia y Argentina. Los latinos aprecian la cultura como nadie, tenemos que aprender mucho de ellos en ese aspecto y son capaces de pagar una entrada a plazos, eso me llamó mucho la atención. Se valora y se respeta mucho al artista y la gente tiene una base cultural admirable.
-Sin embargo el panorama en España no sale muy bien parado en su canción 'Los Artistas'.
-Bueno creo que es preocupante que los de arriba le pongan la zancadilla a todo lo que tenga que ver con el arte. Se les ve el plumero mucho. El arte hace pensar y es el alimento del alma por eso no quieren que la cultura sea accesible a todos. Si tenía que criticar algo con fuerza era eso y ojalá que cambien las cosas...
-Mucho más crítica en este disco con su alrededor, ¿qué es lo que más le jode de lo que ve?
-Más que me jode es dolor, es impotencia, por la pérdida de fe en la humanidad. Hay muchas cosas, pero el tema de las fronteras... Eso me jode mucho porque no le encuentro sentido ninguno, no entiendo que en algún momento alguien se pusiera a dibujar líneas en un mapa. También me preocupa cómo normalizamos el dolor de los otros y que nos estamos acostumbrando a cosas que no son humanas, y eso me duele mucho, entre otras cosas.
-Lo mejor y lo peor, musicalmente hablando, en este tiempo.
-Son muchas cosas y muy placenteras. En verdad los directos es lo que más merece la pena y ver a la gente cantando tus canciones es algo muy mágico y, a la vez, muy surrealista, pero el compartir escenario con gente a la que admiro tanto o tenerla cerca, simplemente, eso es muy fuerte, es una ida de olla, ahí es donde más me descoloco. ¿Y lo peor...? Bueno... Me incomoda un poquito el poco descanso y cuando en algún momento la gente me crítica destructivamente sobre algo que no es musical.
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