El rodaje de la película 'Lobo feroz' llega al Parque Genovés
Cádiz como plató de cine
La cinta, cuya grabación es de seis semanas en la provincia de Cádiz, cuenta con Javier Gutiérrez, Adriana Ugarte, Rubén Ochandiano, Juana Acosta y Antonio Dechent, entre los protagonistas
Cádiz/Una camioneta Chevrolet de rojo sucio, gastado, como de quien acumula tantos kilómetros como vida, pasea despacio por el gaditano Parque Genovés. En su interior, una mujer, toda de negro, cabello corto, con un bonito rostro aunque algo demacrado por el sufrimiento, afila su mirada porque puede que el lobo feroz que busca se oculte en los alrededores del templete del pulmón verde del centro ciudad... O puede que no... Imposible deducir hasta que todas las piezas de este puzzle que supone el rodaje de una película queden ensambladas en la gran pantalla. Por ahora, sólo sabemos que Adriana Ugarte vigila incansable desde el vehículo, que Javier Gutiérrez y Antonio Dechent la acompañan en su aventura y que Juana Acosta y Manu Vega iluminan este thriller oscuro donde Rubén Ochandiano se convierte en una incógnita andante que se pasea por el gaditano Parque Genovés. ¿Será o no será el lobo feroz?
Lo que sí sabemos es que Lobo Feroz más que el remake de la israelí Big Bad Wolves –la que fue mejor película del año (2013) para Quentin Tarantino– es “una adaptación libre” de la cinta según Gustavo Hernández que, entre mascarillas, test de antígenos y PCRs , tiene 6 semanas para dirigir en la provincia de Cádiz esta historia. La de un policía al borde de la ley (Javier Gutiérrez) y una mujer en busca de venganza (Adriana Ugarte) que unen fuerzas para lograr la confesión de quien, sospechan, es el asesino (Rubén Ochandiano) que se esconde tras los brutales crímenes de varias niñas. Una historia donde una modélica detective (Juana Acosta) jugará una carrera contra reloj para evitar que se cometa una injusticia aún mayor que esa desesperada búsqueda de la verdad.
“En nuestra película agregamos nuevos personajes, nuevas historias paralelas, nuevos conflictos y nuevas ocasiones con las que enriquecemos la cinta israelí”, explica el realizador uruguayo de cine de terror (La casa muda, No dormirás) para el que Lobo Feroz supone “todo un desafío”.
“Aunque, obviamente, es diferente esta película también cuenta con vértices del terror porque hay un secuestro, hay una tortura... Pero, claro, es un thriller y también con toques de comedia negra, así que es algo nuevo para mí. Es una historia coral, construida con varias historias paralelas que, llegadas un momento, se encuentran”, detalla Hernández que atiende a Diario de Cádiz entre escena y escena del rodaje ya trasladado al paseo frente al colegio Carlos III donde ni los gritos desde la azotea de los pequeños escolares logran desconcentrar a Adriana Ugarte metida en la piel de su personaje, esta vez, pala de cavar en mano...
Unas horas antes, sin embargo, la actriz madrileña ronda la zona de juegos del Parque Genovés donde, como ella misma explica, tiene lugar “una de las primeras secuencias de la película”, la escena donde “los tres personajes principales tienen su primera toma de contacto”. Es justo después de terminar la toma definitiva cuando Ugarte nos habla de Mati, “una mujer que quiere realizar una venganza a su manera”, una mujer “con una infancia difícil, una adolescencia en reformatorios y que ha pasado unos años en la cárcel”.
Una mujer que está acompañada en su gesta por Alonso (Javier Gutiérrez), traje de chaqueta, bigote, mochila al hombro, “un policía que trata de esclarecer quién es el culpable del asesinato de estas niñas” con métodos “no siempre ortodoxos”. “Es una película muy atractiva que lleva al espectador a un ambiente muy asfixiante pero donde esos toques de humor negro son casi como ventanas donde poder respirar”, idea el actor que, al igual que su director, también se despega de la versión original para construir su personaje.
“Sinceramente, no he cogido como referente al policía de la película original porque, aunque es una gran película, me parecía un poco más superficial y he preferido buscar otros referentes para realizar un trabajo interpretativo más profundo, más oscuro”, confiesa el protagonista de la serie Estoy vivo que pronto estrena cuarta temporada “con algunos personajes nuevos y con muchas sorpresas cuando no es nada fácil porque cada capítulo ofrece un nuevo salto mortal”, adelanta el asturiano.
No sabemos si es un salto mortal pero, desde luego, el papel “del principal sospechoso” de Lobo Feroz “sí es el trabajo más exigente” que ha hecho “hasta ahora” Rubén Ochandiano. “Yo soy el profesor de música de las niñas asesinadas, un tipo divorciado, que se ve envuelto en todo este asunto y sobre el que os vais a estar preguntando todo el tiempo si lo hizo o no lo hizo”, intriga el madrileño para el que “entrar en esta zona” donde quiere “ser honesto con quién es el personaje” y “a la vez mantener ese punto de intriga” está siendo “un reto” pero “un reto muy bonito”.
“Y más aquí, en Cádiz, pues esta película también está siendo mi reencuentro 35 años después con una provincia a la que mis padres me traían a veranear de pequeño, sobre todo, por Barbate pero también veníamos aquí. El sábado, de hecho, me vine a dar una vuelta por la ciudad y es que es maravillosa”, piropea.
Tampoco le faltan palabras bonitas a Juana Acosta, la sargento Vidal de Lobo Feroz, “el personaje más luminoso de este thriller policial con tintes de comedia negra”, tal y como lo define la colombiana que se siente en Cádiz “como en casa” pues no puede evitar el paralelismo “con mi Cartagena de Indias”, resuelve cariñosa.
A la actriz, que acaba de llegar de rodar en su país La mirada de Lucía de Imanol Uribe, pronto la veremos en la pequeña pantalla como Carola Gorostiza, uno de los personajes de La templanza, la serie basada en la novela de María Dueñas “con la que también rodamos en Cádiz y que se estrena el próximo 26 de marzo”, confirma Acosta que se enfrenta a un papel bien diferente en Lobo Feroz donde asume un personaje “que es símbolo de la rectitud, símbolo de la ley” a pesar de su “complicado pasado” y de “un vacío muy grande” que tiene en su vida...
Otro interrogante que se queda flotando en el aire. Una incógnita que se suma a las palabras del sevillano Antonio Dechent que asegura que “como padre de Adriana Ugarte” llegará a hacer “actos tan heroicos como deleznables... Y hasta ahí puedo leer”, ríe el actor de inconfundibles voz y maneras que no duda en destacar “la profesionalidad y el talento” de “los técnicos andaluces” que, asegura, “están cada vez más cotizados en la industria del cine”. “Y los actores, los actores también...”, remata con sorna el intérprete que aprecia que “los rodajes de Andalucía ya no se van de Andalucía” y que las películas que vienen “ya no representan elementos foráneos sino que se busca el atractivo de la tierra”.
Promesas cumplidas
En el caso de Lobo Feroz donde “Cádiz es Cádiz” como confirma la productora María Luisa Gutiérrez, la mujer al frente de Bowfinger International Pictures, por tanto, uno de los puntales del cine español como demostró dando un paso adelante en plena pandemia con el estreno de Padre no hay más que uno 2. “No es que en la película se recalque el lugar pero se sabe que es Cádiz, no pasa por otro sitio”, explica mientras miramos de soslayo la matrícula de la vieja Chevrolet donde hace unas horas Adriana Ugarte vigilaba a Rubén Ochandiano... Y sí, efectivamente la matrícula indica CA.
“La verdad que rodar en la provincia de Cádiz –la base de operaciones del equipo, que lleva ya semana y media de rodaje, se encuentra en San Fernando y pasará por localizaciones de Cádiz, Barbate, Vejer y Sancti Petri– está siendo muy agradable para nosotros y para los actores. Y, bueno, sabéis que es gracias a vuestro paisano, el productor Álvaro Ariza”, explica Gutiérrez poniendo en valor la participación de Esto También Pasará, la productora del barbateño que cumplió con lo dicho en octubre a este periódico cuando anunció que su intención era traer el rodaje de esta película a Cádiz.
“Rodar en Andalucía siempre es rodar en casa, pero Cádiz efectivamente es especial. Aquí nací y aquí aprendí a amar el cine. La luz de Cádiz es especial y Lobo Feroz me está permitiendo recorrer algunos de los lugares más especiales para mí, como volver a mi Barbate y dar a conocer algunos de los lugares más bonitos de mi Cádiz: Roche, Sancti Petri, Vejer, Cádiz y San Fernando donde nos han arropado muchísimo”, se emociona Ariza que, además, el próximo 11 de junio verá cumplido otro sueño el del estreno de La casa del caracol, la primera película rodada en la era Covid. “Fue un gran reto y una aventura en la que me volvería a embarcar.. En julio aún estábamos inventando cómo podía ser esto de rodar con el Covid. Y además, apostamos por una directora novel malagueña que rodaba en su tierra. Fue muy emocionante y el estreno va a ser un momento importante”. Tanto como lo será el de Lobo Feroz, la próxima temporada.
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