Sátira de trazo grueso
Mickey 17 | Crítica

La ficha
** 'Mickey 17'. Comedia / Ciencia ficción, EE UU, 2025, 137 min. Dirección y guión: Bong Joon-ho. Música: Jung Jae-il. Fotografía: Darius Khondji. Intérpretes: Robert Pattinson, Naomi Ackie, Mark Ruffalo, Toni Collette, Anamaria Vartolomei, Steven Yeun, Patsy Ferran.
Interesante, a veces muy interesante, pero también con algún bache importante, el coreano Bong Joon-ho tiene el mérito de haber dado un enfoque muy personal a géneros consolidados hasta la superexplotación: al psico-thriller de asesinos en serie con Crónica de un asesino en serie (2003), al de monstruos con The Host (2006) y a la fantasía distópica con Rompenieves (2016), menos acertada que las anteriores. Añadiendo la parábola o metáfora de crítica social en la multipremiada y multioscarizada Parásitos (2019). Menos convincente -en comparación con estos logros- pero interesante fue Mother (2009) y decepcionante Okja (2017), en la que se evidenciaban las grietas de este buen director: el subrayado excesivo del mensaje, la caída en la obviedad en el uso de la parábola y un no siempre acertado uso del humor.
En algunos de estos defectos, si no en todos, incurre con esta fábula distópica basada en una novela de Edward Ashton publicada hace tres años. El protagonista -bien interpretado y reinterpretado por Robert Pattinson, aunque con una tendencia al exceso que es la marca de la película- es un prescindible o descartable, alguien que puede ser reiniciado cada vez que muere y por lo tanto es utilizado y reutilizado en misiones de alto riesgo, ya sea como obrero-soldado o como rata de laboratorio reconstruido/revivido cada vez que muere. Una no muy sutil mirada a la explotación capitalista en su moderna versión ultra neoliberal. Lo que se cuenta con abundancia de subtramas no siempre bien hilvanadas, incluida una amorosa, es la colonización de un planeta inhabitable para los humanos, aunque no para unos bichos rarísimos. Cuando la película empieza Mickey está en su reedición número 17, aunque un flash-back nos contará cómo y por qué aceptó convertirse en un descartable, y a punto de convertirse, no sin una sorpresa de por medio, en la 18.
Todo cae en la sátira política de trazo grueso: la sombra de Trump, Musk y su entorno se encarnan de forma digamos que no muy sutil en los personajes millonarios fascio-nazi-neoliberal-integristas (mal) interpretados por Mark Ruffalo y Toni Collette, caricaturas sin gracia y sátiras sin filo a causa de su exagerada tosquedad y de lo desmadrado de sus actuaciones.
Seis años después de ganar la Palma de Oro en Cannes y hacer historia ganando cuatro Oscar, entre ellos el de mejor película que se concedía por primera vez a una no hablada en inglés, Bong Joon-ho ha regresado con esta decepcionante e irregular película. `
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