El yacimiento de Los Caños de Meca suma una tumba megalítica de la Edad del Bronce
Arqueología
Este jueves 20 de mayo se han presentado los resultados del hallazgo arqueológico descubierto en las proximidades del Faro de Trafalgar
La consejera de Cultura informa de que la excavación se prolonga un año más y que tiene el objetivo de musealizarlo
Cádiz/Sitúense. Caños de Meca y Cabo de Trafalgar al fondo ganando terreno al mar. Un sitio que si hoy asociamos al disfrute de nuestras envidiables playas, hace 2.100 años nuestros antepasados romanos lo tomaron para la explotación pesquero-conservera de la zona y, para mayor sorpresa, los pobladores prehistóricos usaron para enterrarse y conectar con el más allá, en plena Edad del Bronce antiguo (el 3.800 a. C.)
De esta época es precisamente el primero de los hallazgos presentados este jueves ante numerosas autoridades y medios, en un circuito que dio comienzo en el mismo cabo y concluyó en la playa Marisucia de los Caños de Meca. Investigadores del grupo HUM-440 de la Universidad de Cádiz que lidera el catedrático de Arqueología Darío Bernal han detallado los principales resultados de las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo en el marco de Arqueostra y que han destapado preciados tesoros de todas las épocas -desde prehistóricos hasta la época moderna- bajo los arenales de esta privilegiada zona de nuestro litoral.
Restos "con un estado de conservación excepcional", puntualizan los expertos, que incluyen desde una tumba megalítica con varios enterramientos que se conserva intacta y que ha sido el secreto mejor guardado hasta ahora, además de una villa marítima asociada a un vivero y a una factoría de salazones localizada en marzo, y un balneario romano del que se ha ido informado días atrás.
Junto a los investigadores, la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, ha querido dar cuenta de estas importantes novedades y la futura puesta en valor, acompañada en el fascinante recorrido por el rector de la UCA, Francisco Piniella, el alcalde de Barbate, Miguel Molina, así como las delegadas del Gobierno y de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico en Cádiz, Ana Mestre y Mercedes Colombo, respectivamente.
Un posible complejo funerario
Los profesores de Prehistoria de la UCA José Ramos, Eduardo Vijande y Juan Jesús Cantillo se pusieron al frente de la primera parada del recorrido arqueológico para explicar los pormenores de esta tumba megalítica. Precisamente se incorporaron al proyecto que dirige Bernal para ahondar en la importancia de este enterramiento único en la zona de Barbate y en el resto de la comarca, "pero muy similares a la necrópolis de los Algarbes en Tarifa" , asevera Juan Jesús Cantillo.
Concretamente se trata de una tumba de construcción mixta, "pues combina dos tipos de enterramientos", añade Eduardo Vijande. La compone un corredor similar al de los dólmenes de unos 3 metros de ancho por 1,40 de alto, desde donde se accede a una cámara de planta circular excavada en la roca, a modo de cueva artificial o hipogeo. Un conjunto que estaba cubierto y cerrado, pero cuya cubierta se va a sustituir al encontrarse en peor estado. En su interior han encontrado enterradas a una mujer en posición anatómica con restos de un interesante ajuar con cuentas de collar de concha, piedras de colores y algunas de oro, además de un peine o lendrera de hueso, y cinco niñas en un osario con los restos óseos en muy buen estado de conservación, junto a múltiples restos cerámicos. El conjunto data del 3.800 al 4.000 a. C.
El profesor de Prehistoria de la UCA, Juan Jesús Cantillo, afirma que "probablemente esta tumba formaría parte de un complejo funerario en la zona" y que, "lo interesante", es que los restos se encuentran "en muy buen estado, casi intactos", con lo que se va a realizar un estudio de Carbono 14, paleogenéticos -para determinar las pautas de parentesco y movilidad-, y estudios de isotópicos "que darán información de cómo vivían estas comunidades, su dieta, el tipo de población, etc.". También está previsto realizar estudios arqueométricos de los materiales aparecidos para determinar la procedencia geográfica de los ajuares y que correrán a cargo del profesor Salvador Domínguez-Bella, catedrático de Ciencias de la Tierra de la UCA.
La excepcional villa romana de colonos itálicos
A pocos metros más adelante de estos enterramientos, ya de frente al mar, se levanta la villa marítima donde vivían sus fundadores itálicos construida de forma aterrazada en el terreno y bajo el que construyeron un vivero excavado en la roca, el primero que se conoce de toda la Bética, para el engorde del pescado.
Unas viviendas con varias estancias habitacionales junto a la que pueden verse unas grandes piletas de 1,5 a 2 metros de profundidad -en total son siete y cinco se han excavado- pertenecientes a una fábrica de salazones donde han localizado "un garum único", realizado con restos de pescado de roca, además de restos de erizos y cangrejos, cuenta José Juan Díaz Rodríguez, profesor de la UCA. Asociado a esta actividad pesquera-conservera se han topado con un conchero romano que viene a mostrar que las tareas de marisqueo fueron muy importantes en estos yacimientos.
En el marco de este proyecto Arqueostra, financiado por los Fondos Feder y la Consejería de Formación Económica, Industria y Conocimiento y que persigue ahondar en los orígenes de la ostricultura en el Sur de la Península Ibérica y en el Norte de África Occidental, también se han hallado algunas piezas arquitectónicas relevantes como un capitel corintio en biocalcarenita y más de 200 restos de pintura mural coloreada y con decoración geométrica y vegetal del III estilo pompeyano, procedentes del techo y de la pared de alguna estancias, y restos de mosaicos, que verifican que algunas de las habitaciones estuvieron ricamente ornamentadas. Todo está actualmente en fase de estudio por la profesora Alicia Fernández de la Universidad de Murcia.
Este asentamiento duró unos 75 años desde el I a. C. hasta mediados del I d. C., cuando se abandona sin motivo conocido. "Se abandona muy pronto, el en siglo I d. Cristo, en época flavia, justo cuando entra en esplendor la industria de explotación marina y hay que indagar el por qué", señalaba Darío Bernal.
Los baños romanos, un lugar para el ocio
A unos 500 metros del cabo, ya en la playa de Los Caños, justo donde empieza una duna, se levanta un muro que, "según los lugareños", pertenece a otra factoría de salazones por excavar próximamente y desde la que se avistan los impresionantes baños romanos del siglo I.d.C (época imperial) con tres habitaciones para el baño seco, tipo sauna. Una es la sala fría, otra sala templada y otra caliente, "junto a la que seguro habría una piscina para el baño", explica Juan José Díaz Rodríguez.
Hasta el momento se han excavado dos habitaciones con paramentos de hasta cuatro metros de altura, y con dobles suelos y doble pared para las cámaras, así como una estancia lateral desde donde emanaba el calor. Eran, por tanto, las habitaciones calefactadas de un circuito termal, explica Eduardo Vijande.
En cuanto a la datación, Juan José Díaz asevera que es posterior a la villa marítima del tómbolo, "que probablemente fue abandonado para trasladarse hasta esta zona". De hecho, el edificio termal correspondería a un espacio para el ocio y de higiene de los trabajadores de la factoría de salazones, junto al que podría erigirse otra villa romana también por excavar, pues se estima que los restos arqueológicos se extienden a lo largo de más de una hectárea.
Por último, se ha realizado un estudio integral de la Torre de Meca, una fortificación artillada construida por el VII Duque de Medina Sidiona entre 1559 y 1567, junto a otras por el litoral onubense y gaditano para labores de protección y de la conocida industria almadrabera de la casa ducal, frente a los ataques de piratas y corsarios turcos y berberiscos. El trabajo ha sido coordinado por el arqueólogo medievalista Rafael Jiménez-Camino y ha permitido el estudio gráfico, arqueo-arquitectónico y el levantamiento fotogramétrico de una estructura que apenas ha sido estudiada en detalle.
En vistas de la importancia de los descubrimientos, y todo lo que puede dar de sí, la consejera Patricia del Pozo ha confirmado que la Consejería de Cultura ha autorizado la prolongación de un año más de excavación, que se afrontará en tres etapas. Primero, "la cubrición preventiva" que empieza este mismo viernes "con arena y geotextil de cara a su protección inmediata ante la inminente llegada del turismo a la zona y de los agentes meteorológicos"; de forma paralela se iniciará el expediente para hacerlo BIC (Bien de Interés Cultural) para, finalmente, musealizarlo, "de forma que en un futuro y una vez lo planteemos con el Ministerio de Medio Ambiente que es propietario de la zona, pueda plantearse un circuito" que potencie el incuestionable valor patrimonial de una zona con un gran valor natural.
Francisco Piniella, rector de la UCA, ha valorado la colaboración institucional y ha subrayado la "encrucijada de culturas y civilizaciones" que han pasado por esta tierra, "un paraíso natural incomparable que ha atraído a pueblos a lo largo de los siglos y ha generado un extraordinario patrimonio cultural que debemos desentrañar, conservar y difundir".
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