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Nuevo cambio en la Corporación para iniciar el curso político. La configuración del nuevo gobierno de la Junta de Andalucía y sus respectivos ramales en la provincia ha provocado la salida de Carmen Sánchez del Ayuntamiento gaditano y la inminente entrada en su lugar de Carlos Lucero. Una sustitución que, de fondo, tiene mucho más que un simple cambio de estampa en el Pleno municipal.
La salida de la hasta ahora portavoz en el grupo municipal -aunque Ortiz ha seguido siendo el líder de la formación y el rostro público del PP en Cádiz, pese a esa liberación laboral y económica de Sánchez- supone en cierta medida un cambio de ciclo en los populares. De hecho, camino de los ocho años de la pérdida del gobierno local, Juancho Ortiz se queda como único superviviente de la ‘era Teófila’, toda vez que el resto de concejales han ido abandonando la política municipal, en la mayoría de los casos para ocupar otros cargos políticos en el staff de la Junta de Andalucía (Bruno García en el Parlamento, Ana Mestre como delegada en la provincia y ahora también en el Parlamento, Colombo como delegada de Cultura y Fomento y ahora como delegada provincial, Romaní como gerente de Avra y ahora como parlamentario, o ahora Carmen Sánchez como delegada de Fomento) o en otras administraciones (como la propia Teófila Martínez, presidenta de la Autoridad Portuaria).
Con toda esta vieja guardia del PP ‘recolocada’ en otras posiciones y responsabilidades, aprovechando el viento a favor del partido en la comunidad autónoma, entra en la escena municipal Carlos Lucero, un joven economista que ejerce en el despacho familiar y que asegura estar con muchas ganas de aportar a la ciudad y de trabajar junto al resto del equipo. Lucero es el último representante -por ahora- de ese nuevo paradigma que está asumiendo el PP y que recuerda a esa vieja política municipal en la que los concejales eran profesionales de diversos ámbitos que asumían ese compromiso con la ciudad y el Ayuntamiento, alejada de esas formaciones compuestas por afiliados cuya única ocupación era sus partidos y la política.
Juancho Ortiz, que mantiene abierto su despacho profesional, dirigirá en esta recta final de mandato a un renovado PP con profesionales consolidados que -utilizando una expresión que repite muchas veces el actual alcalde- no vienen a servirse de la política sino a servir a través de la política. Y esta situación, este grupo de seis que representará al PP de aquí a mayo de 2023, puede ser reflejo del nuevo rumbo que este partido tome de cara a esas próximas elecciones municipales. Entre otras cosas, porque toda esa vieja guardia implicada hoy en la Junta de Andalucía o en otras administraciones difícilmente darán marcha atrás para volver a batirse el cobre en el fango municipal, donde se vive bastante peor que al amparo de la blanca y verde o de otras banderas.
Del grupo actual ya se conoce el bagaje de José Manuel Cossi, Maite González o José Carlos Teruel, en cuyas intervenciones plenarias se adivina también un tono diferenciado de sus compañeros de partido y alejado de ese PP muchas veces anclado en los años de gobierno de Teófila Martínez. Toca renovarse, toca mirar adelante, culminar el cambio de ciclo y encarar un curso que derivará en unas disputadas elecciones en las que los populares saben que hay partido en juego y opciones de recuperar la Alcaldía.
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