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Como saben, la Dermatitis herpetiforme (DH) es una enfermedad ampollosa autoinmune poco frecuente, que sufren entre 11.5 y 75 personas de cada 100.000. Está relacionada con la enfermedad celiaca (EC), una patología más frecuente, con una incidencia en Europa de aproximadamente 1%. Y es que la DH se considera una manifestación de EC, aunque solo cerca del 20% tiene síntomas gastrointestinales. Estos hechos hacen que diagnosticar la DH sea difícil, dada su baja frecuencia, y eso se suma a otro hecho que hace que ni siquiera el dermatólogo sea capaz de diagnosticarla bien: los pacientes se rascan las pequeñas ampollas y al llegar a la consulta solo vemos signos de rascado, heridas y se puede confundir con otras enfermedades.
Lo dice la doctora Paloma Borregón, especialista en Dermatología que trabaja en la Clínica Beteré de Madrid e investigadora en enfermedad celiaca. La experta realizó durante el año 2015 un estudio de casos y controles observacional prospectivo. Los objetivos del estudio fueron caracterizar los aspectos epidemiológicos, genéticos, clínicos, diagnósticos y terapéuticos en pacientes con DH y compararlos con los de sujetos con EC sin dermatitis y con sujetos sanos. Para su realización se evaluaron un total de 110 pacientes, 50 casos con DH, 60 controles con EC sin dermatitis y 50 controles sanos. La investigación arrojó interesantes conclusiones. Me llama la atención que no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en las características epidemiológicas, genéticas, clínicas ni serológicas entre pacientes celiacos con y sin DH, dato que refuerza la idea de que la DH es una manifestación de EC.
Para la Dra. Borregón el riesgo de padecer EC es 2 veces mayor si hay antecedentes familiares de psoriasis, 4 veces mayor si se padece patología tiroidea, casi 7 veces mayor si hay alteraciones en el esmalte dental, 11 veces mayor si hay algún familiar celiaco y 10 veces si ese familiar es el hijo de un primo (familiar de tercer grado).
Existe un destacado retraso en el diagnóstico de DH, ya que hasta el 20% de los pacientes con DH han permanecido 20 años o más sin un diagnóstico correcto. Como indica la experta, los codos es el lugar más frecuentemente afectado por la DH, estando afectos en el 100% de casos. Todos los pacientes refieren intenso prurito. "Pese a los posibles antecedentes familiares de psoriasis, se debería poner en duda el diagnóstico de psoriasis en aquellos pacientes en los que las lesiones sean intensamente pruriginosas y predominen las excoriaciones, sobre todo en codos, haya antecedentes personales o familiares de enfermedad tiroidea y antecedentes familiares de EC, aún en ausencia de clínica digestiva", afirma la Dra. Borregón. Y añade que "si además el paciente tiene alteraciones del esmalte, anemia o ferropenia y elevación de transaminasas son datos que apoyan el diagnóstico de DH".
Diagnosticar la DH es importante no solo para mejorar la calidad de vida del paciente, disminuir las lesiones y el picor y la ansiedad que éstos le suponen, sino además para llegar evitar a el desarrollo de EC sintomática y sus complicaciones .Es lo que hay. Seguro.
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