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Acostumbrado a lidiar con el otro lado del arco político del Ayuntamiento, representando a un partido que a nivel nacional ha golpeado al PSOE por considerarlo centrista y con un constante ataque al PP y Vox donde parece moverse como pez en el agua (en el agua de internet y las redes sociales), no deja de sorprender que estos días se vean por la ciudad carteles y pancartas en contra del alcalde y de sus políticas de un cambio que no ha cambiado nada. Ese -El ayuntamiento del cambio no cambia nada- es precisamente el lema que utiliza el grupo que reivindica estos ataques a la gestión de Kichi.
Frente Obrero es el partido cuya representación gaditana anuncia estas protestas contra el alcalde, que vienen a coincidir en el período donde todas las formaciones políticas, incluido Adelante Cádiz, barruntan ya la persona que presentarán a las municipales del próximo mes de mayo. Ahora que el alcalde había conseguido calmar la ola de protestas en la puerta del Ayuntamiento o los movimientos que esporádicamente le regala la Policía Local en distintos puntos de la ciudad, y con una oposición adormilada que parece transitar sin un rumbo definido por otros caminos municipales, aparece el Frente Obrero, un movimiento político de reciente creación que dice posicionarse más a la izquierda que el propio alcalde (anticapitalista); un espectro político que parecía estar bajo el monopolio del actual Adelante Cádiz y que ahora reivindican otros a base de pancartas y carteles.
Así, entre otros postulados, esta formación dice nacer para derrocar la Monarquía, sacar a España de la OTAN y de la Unión Europea, implantar una república federal, industrializar el país y nacionalizar los sectores estratégicos, expropiar las tierras, otorgar la amnistía política a todos los presos políticos o defender el derecho a la autodeterminación. Y con estas posturas en la política nacional, el Frente Obrero no comulga con una gestión en el panorama local que no ha supuesto grandes cambios con respecto a esa política anterior que esperaban de Kichi y los suyos.
El Frente Obrero dice haberle declarado la guerra al gobierno local gaditano, y anuncia agitaciones en diferentes partes de la ciudad poniendo en valor que ya han protagonizado en otros sitios “escraches a Errejón, a Pablo Iglesias o Yolanda Díaz” o “el reciente enfrentamiento en la Complutense entre la izquierda que confluye con Podemos y el Frente Obrero, con empujones entre estudiantes”. Un dudoso curriculum que de momento en Cádiz se ha quedado en acciones puntuales “empapelando de carteles los alrededores de la Facultad de Filosofía y Letras, denunciado la mala gestión del Ayuntamiento del Cambio”.
Estos carteles y pancartas asoman a puentes, murallas de piedra, mupis y otros soportes en unos días en los que la izquierda gaditana reclama concurrir unidas a las municipales de mayo -a lo cual se siguen resistiendo a día de hoy Kichi y los suyos-, el propio Kichi sigue sin confirmar su retirada como candidato, el PSOE busca el candidato que compita con Rosa de la Flor en las primarias y las propuestas que surgen van tomando la delantera con propuestas faltas de fondo o absolutamente disparatadas.
El escenario, por tanto, no puede ser más incierto, en una ciudad que parece esperar a que se anuncie un nombre que la convenza y le otorgue ese ánimo en que desde San Juan de Dios se puedan tomar decisiones y acometer actuaciones que mejoren la situación de los gaditanos. Y en medio del baile de nombres para posibles alcaldes y de procesos para elegir candidatos, a Kichi le salen enemigos a su izquierda política, como si no tuviera ya bastante con los de la derecha y el centro y con su misma cuerda.
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