Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Inventarios de diciembre (4). Desigualdad
En el último pleno De La Encina perdió totalmente los papeles, sin que se pueda justificar su comportamiento hacia un provocador profesional como es Bello, —el súmmum representante de la peor política portuense—, alentado y jaleado por Beardo.
De la Encina, al que en teoría le sobran tablas, entró esta vez al trapo del hooligan Bello y perdió completamente el control y la razón de los argumentos. No seré yo quien le diga a De La Encina lo que debe hacer después del lamentable espectáculo, pero creo que la actitud más honesta sería pedir disculpas públicas a todos los portuenses, presentar su dimisión y acudir al amparo de los tribunales para reparar, si estima que los ataques continuados recibidos por Bello, pudieran conculcar su honor.
No voy a justificar la actitud de De La Encina a pesar de que Bello, con sus continuas intervenciones incendiarias, haga hervir la sangre al mismísimo Santo Job, y más aún cuando De La Encina reclamaba la herramienta que debe prevalecer en un debate plenario, los argumentos contras las continuas mentiras y salidas de tono del 'portacoz' Bello, animado por Beardo, que le ríe las gracias, como si fuese el dibujo animado, el Lindo Pulgoso, el perro sardónico y malcarado que se reía entre dientes de sus rivales.
Y es que el artero Beardo en vez de ejercitar la presidencia, dirigiendo el debates en los límites del respeto institucional, llamando al orden por tres veces a De La Encina y expulsándolo, o como dicta el reglamento orgánico, antes de suspender la sesión tenía que haber llamado a consultas a todos los portavoces para intentar calmar los encendidos ánimos, consintió la actitud De La Encina y consiguió que Bello quedase como víctima, cuando de inocente no tiene ni un pelo.
Igual de contundente que he sido con De La Encina lo soy con Bello, del que espero su cese fulminante y por supuesto la dimisión de Beardo, que con su actitud arrogante y sátrapa no merece regir el gobierno de esta ciudad.
En lo que si estoy de acuerdo con De La Encina, y también coincide con la opinión generalizada en el PP a nivel andaluz, es que estamos en manos de unos niñatos.
Disfruten lo votado.
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