Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Inventarios de diciembre (4). Desigualdad
Es un lugar común pensar que jóvenes y adolescentes tienen menos interés e inquietud que las generaciones anteriores. Ahora no se le llama pasotismo sino apatía, pero la queja es la misma. No sabemos cómo incentivar y conseguir atraer su atención. Sin embargo, es obvio que esta percepción no puede ser cierta puesto que, inevitablemente, cada generación, cuando se hace adulta, sigue teniendo esa misma opinión sobre quienes vienen detrás. Está claro que el salto generacional es el culpable de la valoración negativa. Se olvida que es una etapa de transformaciones en la que cambian las prioridades, los cuerpos, los hábitos... cobran especial interés las relaciones sociales y a la mayoría les cuesta aceptarse en relación al resto.
Hoy hablaba con mis grupos de Bachillerato sobre qué tema escoger para practicar la escritura de un texto argumentativo (vale 2 puntos en la temida “selectividad”) y me pedían no tener que desarrollar nada relacionado con el machismo ni los móviles ni la ecología ni el cambio climático… Y, sin embargo, con distintas variaciones, son los temas sociales que salen una y otra vez porque imaginamos que son temas actuales que les interesan, de los que conocen algo y ante los cuales han adoptado una postura. Pero les aburren, les parecen gastados. Creo que lo más sorprendente es que los consideran temas políticos. Una vez más habría que hacer autocrítica y preguntarse por qué la igualdad de género o la ecología, fundamentales para el desarrollo del ser humano, se perciben como posturas políticas. O se consigue que la igualdad sea una aspiración general y deseable para hombres y mujeres o no se avanzará demasiado. Y si la aspiración de un mundo sostenible no es una meta común, sabemos que el planeta se convertirá en un lugar cada vez más inhóspito para sus habitantes.
Ahora el reto es tratar de averiguar qué interesa y preocupa de verdad en estas edades ¿un buen rendimiento académico, una buena imagen corporal, no ser rechazados por sus iguales, crisis existenciales, relaciones de pareja, la relación con la familia...?
No creo en la apatía, sé que disimulan. Algo les tiene que importar de verdad. Por ahora, les sigo preguntando.
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