Kichi marca la hoja de ruta del Ayuntamiento de Cádiz

El alcalde apura los últimos días de mandato sacando adelante cuestiones que tendrá que desarrollar el futuro gobierno que salga elegido en las urnas el próximo día 28

La gran faena de Kichi

Kichi, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Cádiz.
Kichi, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Cádiz. / Miguel Gómez

13 de mayo 2023 - 06:00

La herencia de Teófila Martínez ha servido de queja, lamento, ataque y crítica del gobierno de José María González desde su llegada a la Alcaldía en 2015. Y ahora que se marcha, pareciera que Kichi quiere dejar una herencia a modo de líneas marcadas que inevitablemente tendrá que transitar el Ayuntamiento a partir de las elecciones del 28 de mayo y de la nueva Corporación que resulte y tome posesión a mediados de junio. En los últimos meses de mandato, y especialmente estos últimos días, el alcalde se está preocupando en sacar adelante expedientes y aprobar cuestiones que no suponen más que el inicio de una tramitación ulterior que se escapa a los límites temporales del gobierno actual. Un modo de dejar marcadas las líneas maestras o las bases de esos proyectos que a Kichi no le ha dado tiempo ejecutar, como si pretendiera que los que lleguen después lo materialicen a su imagen y semejanza.

Así ha ocurrido con prácticamente todas las cuestiones que esta semana se han aprobado en los dos plenos extraordinarios celebrados. De hecho, el único punto abordado que sí tendrá efecto inmediato y definitivo es la ordenanza de playas, que una vez incorporadas las alegaciones estimadas está únicamente pendiente de publicación en el Boletín Oficial de la Provincia para su entrada en vigor. Pero quitando esta actualización de la normativa de playas, el resto de cuestiones tratadas y aprobadas esta semana en el Salón de Plenos no son más que trámites iniciales de futuros procedimientos.

En este sentido, el lunes se aprobó el nuevo Acuerdo Regulador de las Condiciones de Trabajo de los Funcionarios del Ayuntamiento; un documento reclamado desde hace años y que ha llegado en el penúltimo momento de este segundo mandato de Kichi, que no lo va a ejecutar ni desarrollar como alcalde (ya que lo aprobado el lunes es solo con carácter inicial, que debe esperar ahora las posibles alegaciones y variaciones futuras hasta el documento definitivo) pero que ha querido asegurarse que se haga a su manera.

Lo mismo ha ocurrido con el servicio de autobuses urbanos, una de las grandes promesas incumplidas del actual gobierno municipal que, no obstante, sí ha logrado aprobar con carácter definitivo la Estructura de Costes que, en definitiva, va a marcar el desarrollo posterior de los pliegos y condiciones del contrato que suscribirá una próxima Corporación. O con el Plan de Acción por el Clima y la Sostenibilidad Energética (Paces), que Adelante Cádiz ha querido que se apruebe antes de las elecciones, condicionando de este modo el desarrollo posterior que previsiblemente tendrá que tener estos próximos años. O con el servicio de Ayuda a Domicilio, cuyo actual contrato acumula nada menos que cinco años de prórroga pese a lo cual se aprobó el jueves el nuevo pliego para iniciar ahora la licitación.

Hasta tal punto ha querido dejar legado el alcalde, que intentó hace semanas suscribir un préstamo nada menos que de 48 millones de euros para ejecutar –o iniciar, a tenor de las partidas a todas vistas insuficientes para determinados proyectos– una serie de inversiones concretas que en ningún caso podrá siquiera colocar la primera piedra.

Algunos concejales de la oposición le han afeado a Kichi, de hecho, que utilice estas convocatorias extraordinarias para imponer el modelo de actuaciones que tendrá que desarrollar la nueva Corporación y el nuevo gobierno que en pocas semanas se haga cargo del Ayuntamiento. Una maniobra –en caso de serlo– que realmente no ha encontrado muchos obstáculos, ya que todos los puntos que el gobierno local ha propuesta de manera extraordinaria esta semana han salido adelante, con más o menos apoyos y abstenciones.

En cualquier caso, es cierto que muchas (si no todas) de las cuestiones abordadas bien pudieran haber esperado a la toma de posesión de los nuevos concejales para que fueran ellos, con su correspondiente gobierno y el alcalde que sea, determinar de qué forma se van a desarrollar esos proyectos. Sobre todo porque después de años de retraso en la mayoría de expedientes, un mes más o un mes menos tampoco hubiera supuesto una gran merma para un Ayuntamiento sobre el que Kichi parece que quiere proyectar su sombra de Kichi más allá del 28 de mayo.

¿Un último Pleno aún pendiente?

La actividad plenaria se ha intensificado en estos días en los que las corporaciones rebajan al mínimo su actividad fruto de las elecciones del día 28. Dos plenos extraordinarios ha celebrado esta semana la Corporación para aprobar, en la mayoría de casos con carácter inicial, puntos de calado en la gestión municipal. Y parece que la del jueves no será la última convocatoria para los actuales concejales, que en los próximos días pueden ser citados para resolver algún expediente más en el que trabaja a contrarreloj el gobierno local.

Y todo ello después de no haber celebrado Pleno ordinario en abril, que era absolutamente normal, y con el debe de no haber nombrado finalmente al concejal número 27 tras la dimisión de Eva Tubío.

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