Reconstruir el PSOE-A

Bueno y saludable es que haya militantes descontentos y que dentro de los márgenes democráticos intenten cambiar la dinámica de un partido que anda perdido, bastante perdido

26 de enero 2024 - 06:00

No hay día en que la política nos regale titulares llamativos. Los partidos políticos, sobre todo los dos más importantes como PSOE y PP, buscan titulares provocativos con los que poder agradar a los suyos. El país anda a la gresca indefinida en todos los sectores de la sociedad política. Pero cuando vemos que las fiestas, los puentes, las vacaciones, llenan calles, hoteles y restaurantes después de la subida de precio que han implantado, nos preguntamos ¿de verdad el país está en crisis? ¿se puede afirmar que España se rompe? ¿están los ciudadanos de acuerdo con la política que están haciendo los partidos? Rotundamente no. Se puede estar de acuerdo o no con la amnistía, pero no es lo único que interesa al país. Las últimas encuestas de opinión sitúan el interés de los ciudadanos por esta situación de gracia en los últimos lugares. Por consiguiente, ¿por qué los partidos siguen enfrascados con este tema? Solamente por el interés partidista.

Lo cierto es que el PSOE está jugando con fuego. No parece lógico que unas siglas históricas como las socialistas, que han modernizado a este país, con un electorado y política escorada hacia el centro sociológico, caiga en manos de un político mediocre como el catalán. Como no es lógico que sean los presuntos culpables los que hagan la reforma para ser perdonados. Esto no tiene sentido. Más no se puede justificar con que si no se pacta es dejar gobernar a la ultraderecha. Pues bien, esto es la democracia y son los votos los que eligen gobierno. Que es un peligro para la libertad y democracia que gobiernen el PP y VOX, claro que sí, pero es la alternancia.

Es cierto que la política de antes no es la de ahora, que la sociedad tampoco es la misma, pero un partido no puede perder sus señas de identidad y menos la democracia interna. Ahora no se aceptan las discrepancias, las corrientes internas, cuando siempre las hubo. Las agrupaciones provinciales y locales no dan señales de vida y rechazan el debate interno sobre la deriva que está tomando el partido.

Y la situación andaluza es una muestra de ello. En Andalucía el PSOE no se ha recuperado de la pérdida del poder y no encuentra el camino para hacer una oposición que le devuelva la confianza de los andaluces. Un partido que fue el partido de los andaluces y que ahora no existe. Los recambios a medias nunca dan resultados. En Andalucía, militantes, encabezados por el profesor Luis Ángel Hierro, descontentos con el camino que ha tomado el partido han creado un grupo de opinión interna que están pidiendo un cambio importante del partido, unas primarias y un congreso regional extraordinario.

Bueno y saludable es que haya militantes descontentos y que dentro de los márgenes democráticos intenten cambiar la dinámica de un partido que anda perdido, bastante perdido.

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