Terrorismos

El ataque de Hamás a civiles ha sido una salvajada, puro terrorismo. La respuesta de Israel, más terrorismo, una masacre de la población civil de Gaza.

Desde su creación el estado de Israel ha practicado el terror para expulsar a los palestinos de sus tierras. En 1948 expulsaron a 700.000 y destruyeron unas 500 poblaciones, lo que se conoce como la Nakba, la catástrofe. En esta limpieza étnica los israelíes no dudaron en utilizar todo tipo de tácticas terroristas, incluida la voladura de un hotel en Jerusalén por Menajem Beguin, un terrorista que llegaría a primer ministro. Ariel Sharón, militar israelí que también llegaría a primer ministro, ordenó el asesinato de 3.000 palestinos, la mayoría mujeres y niños, en los campos de refugiados de Sabrá y Shatila, en el Líbano. Ninguno de ellos fue procesado ni condenado; muy al contrario, los recibían con todos los honores en las hipócritas democracias occidentales.

Desde el año 2000 Israel había asesinado a 2.100 niños en Gaza; en estas dos semanas de bombardeo se le han sumado mil más. Ningún militar ni responsable del gobierno israelí ha sido detenido ni condenado por estos asesinatos.

Hace unos años visité los campos de exterminio de Auschwitz-Birkenau y el gueto de Varsovia, dónde los nazis encerraron durante tres años a 400.000 judíos, y dejaron morir al 90% de hambre y enfermedades. Los judíos aprendieron la lección de cómo exterminar a pueblos enteros, y lo llevan practicando 75 años con los palestinos. Ahora han encerrado a más de dos millones en una pequeña franja, sin agua, sin electricidad, sin alimentos, sin medicinas, y bombardeándolos día y noche. Un crimen de lesa humanidad.

Los dirigentes de Hamás y del gobierno y ejército israelí deberían ser juzgados por el Tribunal Penal Internacional. Tanto crimen no puede quedar impune.

Y occidente no puede seguir con el doble rasero, mientras denuncia a un grupo terrorista, apoya y arma a un estado terrorista que provoca muchas más víctimas y devastación. Israel es el invasor, como lo es Rusia en Ucrania.

Esta violencia sólo se detendrá con el reconocimiento del estado palestino, la retirada de Israel a las fronteras reconocidas internacionalmente, y el cumplimiento de todas las resoluciones de la ONU, que Israel incumple sistemáticamente.