Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Inventarios de diciembre (4). Desigualdad
Puente de Ureña
Amí no me gustaría que a mi nieto lo viese el pediatro, ni el logopedo, y no vería películas de ningún cineasto. Sé que dichas profesiones acaban en a y cuando alguien va al pediatra sea mujer u hombre, esa es su definición ortodoxa. Pero como ahora exigen el lenguaje inclusivo/calvinista, -de Carmen Calvo-, igual sale alguien pidiendo lo contrario.
Darío Villanueva, director de la Real Academia Española, vive una etapa convulsa por la renuencia de la Institución a abrazar el lenguaje inclusivo. Qué raro que digan inclusivo y no inclusiva, lengua inclusiva, ya con el parche antes que el grano. Lo acusan de no querer adaptar el idioma a la igualdad de género. Erre que erre, sin entrar en el género gramaticalmente. Darío afirma que el diccionario no es elástico, "hay que hacer una selección de vocablos y recogerlos, teniendo en cuenta que existen muchas palabras globo que se usan, desinflan y desaparecen, en poco tiempo". El notario no va delante de los hechos sino que los sigue y la academia es notarial y fedataria.
Confianza pedida por el lingüista Lázaro Carreter en los profesores de lengua que conducían con conocimientos e instinto el fluir velocísimo del idioma. Tanto en lo referente al léxico, como en lo gramatical y estilístico. Considero que se cometen tantos atentados hoy contra nuestro idioma, que no sé cómo vive.
Existe una lengua media culta común a todos los países hispano hablantes, rica y variada que sirve de instrumento al idioma escrito. El literario es otro aspecto.
Recuerdo, escribo de memoria, uno de los libros de estudio más apasionantes que conozco, el Diálogo de la Lengua, del erasmista Juan de Valdés, con su estudio filológico del castellano, las palabras latinas, griegas y árabes y su crítica y menoscabo del Arte de la Gramática Castellana, de Elio Antonio de Librixa, como él escribiera. Siempre hubo acuerdos y desacuerdos. Lope, en la Dorotea, también es estudiado por su aportación académica.
El Sr. Villanueva habla de la censura difusa y feroz sobre palabras o expresiones que no se pueden decir y exigen la retirada de palabras o acepciones del Diccionario. Cuando están ahí es que la gente las usa. A los judíos les incomoda judiada, a los jesuitas, jesuítico en su acepción de hipócrita. Por lo visto han pedido los animalistas la retirada de la palabra "racional" porque es una ofensa a los seres irracionales. Imagino que mahomía, como acción mala, será instada en breve. Es lo mismo que si un pésimo pintor pide la retirada del Guernica, estamos tirando a cencerros de monte.
Recuerdo que en Lazarillo de Tormes, rechazado por Librixa o Nebrija, cuando habla de un hombre moreno que se ayuntó con su madre y del que Lázaro habíale miedo viendo el color y el gesto que tenía. El único que no llamó negro al que era oscuro en ese tiempo.
Así que la Real Academia acribillada en el Diccionario, y de la que un académico afirmó que su lema parecía el anuncio de un detergente. Si la Universidad de Cádiz denomina al Colegio Mayor Beato Diego, Colegio Mayor universitario de la Universidad de Cádiz, como leí en mi Diario de Cádiz, yo le hago una oda al pleonasmo. Pobre Academia y pobre España.
También te puede interesar
Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Inventarios de diciembre (4). Desigualdad
Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Más allá de lo amarillo
Gloriosos
El parqué
Caídas ligeras
Lo último