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Seis prórrogas seis. Como si de un cartel taurino se tratara, la actual prestataria del servicio de limpieza viaria y recogida de residuos sólidos de la ciudad, Sufi Cointer, sigue viendo caer anualidades de un calendario que debiera haber descolgado de la pared el 1 de agosto de 2016 pero que se mantiene intacto cinco años después. La ciudad suma ya medio contrato de limpieza perdido, cinco años sin incorporar maquinaria, servicios y dotaciones de un servicio que fue concebido en el ya muy lejano año 2005, con el consiguiente atraso en materia tecnológica y medioambiental.
Desde julio de 2016, el servicio de limpieza ha venido encadenando prórrogas a la espera de que licitar primero y adjudicar después el nuevo contrato. Todo un imposible, hasta la fecha, para el Ayuntamiento, que ha visto por dos veces tumbado el procedimiento seguido, obligando a desandar los pasos que tan lentamente se habían ido dando.
Así las cosas, el próximo domingo, 1 de agosto, empezaría la sexta prórroga de Sufi Cointer al frente del servicio de limpieza. No obstante, en esta ocasión no habrá acuerdo plenario que refrende este sexto año de demora en la adjudicación del esperado nuevo contrato de limpieza. Eso se debe a que la última prórroga suscrita, a diferencia de las anteriores, no tenía un plazo máximo hasta el 31 de julio, sino que se concedió en el Pleno celebrado el 31 de julio del pasado año “por el tiempo estrictamente imprescindible hasta que se formalice la contratación de la entidad que resulte adjudicataria formal del procedimiento de contratación pública que ya está iniciado”.
Seguramente pensaban entonces los técnicos y los concejales del Ayuntamiento que esa formalización del contrato no se retrasaría más de un año. Pero así va a ser, a tenor de la situación actual del procedimiento.
En este sentido, conviene recordar que después de adjudicar el servicio a la empresa Cointer, la segunda clasificada (Acciona) presentó recurso ante el Tribunal de Contratación Pública de la Diputación, que entendía que en el proceso de adjudicación se habían producido algunas anormalidades que obligaban a retrotraer el proceso en el tiempo. Así lo hizo el Consistorio el pasado mes de junio, cuando requirió a Cointer nuevamente documentación y explicación más detallada de su oferta. Desde entonces, los técnicos municipales (del área de Medio Ambiente, que es la que gestiona este servicio) están analizando la documentación para emitir un informe que deberá ser abordado en la mesa de contratación, para adoptar las determinaciones que se consideren oportunas.
Todo ello, en cualquier caso, tiene un doble problema que se va agravando según siguen pasando los meses, o los años incluso, como vienen sumando ya las sucesivas prórrogas de la limpieza. En primer lugar, la obsolescencia de las herramientas que hoy en día siguen sirviendo para limpiar la ciudad y recoger la basura. Máquinas y vehículos que fueron comprados en el año 2006 y que desde entonces vienen prestando servicio diario, con el consiguiente desgaste y con la ausencia en la ciudad de las últimas mejoras y novedades que el sector de la limpieza pública ha ido adquiriendo en los últimos años.
En segundo lugar, y vinculado a lo anterior, empieza a ser importante la siguiente clave: el pliego de prescripciones técnicas está redactado en marzo de 2019. Es decir, han pasado ya dos años y medio, prácticamente, desde que los técnicos determinaron los requisitos y las condiciones bajo las que tendrían que prestarse este servicio; tiempo seguramente más que amplio en el que se habrán incorporado novedades y mejoras en el ámbito de la limpieza de ciudades que no van a estar presentes en el pliego de Cádiz, allá cuando el Ayuntamiento sea capaz de culminar la tramitación de manera correcta y firmar un contrato que desde este próximo domingo debía iniciar su sexto año de servicio (más de la mitad del período total, que es de diez años).
Una de las consecuencias directas que traerá el nuevo contrato de limpieza, cuando quiera que llegue, será la renovación total de la flota de camiones que desde 2006 circulan por la ciudad. Nuevos vehículos que, a priori, supondrán una mejora del servicio al mismo tiempo que un mayor respeto al Medio Ambiente, con menos emisiones e incluso con motores híbridos o incluso eléctricos. 30 son los vehículos que establece el pliego de condiciones de la limpieza, que Cointer amplía en su oferta hasta los 49.
Algo parecido ocurre con la flota de autobuses, actualmente de 48 vehículos que no se actualizan desde el año 2007 (en el mejor de los casos). La adquisición de nuevos autobuses urbanos es más que necesaria, estando a la espera en este caso de que el Ayuntamiento ponga en marcha el proceso de licitación de este contrato.
En total, un centenar de vehículos imprescindibles para la ciudad que esperan desde hace años su sustitución por otros nuevos. Todo un parque móvil por estrenar.
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