Puente de Ureña
Batiburrillo cervantesco
Puente de Ureña
A Cervantes le gustaba la ironía y la confusión más que a un político su cargo. La Mancha, elegida por él como el logar, según Covarrubias, designaba "un gran territorio distinto de los vecinos por alguna calidad que le diferencia de ello". Territorio de frontera, agreste, arisco, áspero donde tuvo lugar la guerra contra los moros. O el lugar en que el imaginario colectivo podía situar una sociedad fronteriza en la que eran posibles tipos humanos insólitos. Ventas aisladas, caminos que comunicaban Madrid con el sur, Extremadura con Levante, y, recordemos que las personas comunes no conocían los mapas, solo los señores ricos tenían acceso a ellos, por lo que no cuadra con las órdenes de caballería existentes, la descripción de las andanzas quijotiles con las escritas por Javier Escudero en su Otras vidas de D. Quijote.
En un lugar de la Mancha, de cuyo etc., empieza el batiburrillo de Cervantes. Descripciones para liarnos a placer: "Quieren decir que tenía el sobrenombre de 'Quijada', o 'Quesada', que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben, aunque por conjeturas verisímiles se deja entender que se llamaba 'Quijana'. Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad".
En ese cambio de apellidos, cae también el propio autor. La realidad histórica es que el día 9 de octubre de 1547 fue bautizado en la iglesia parroquial de Santa María la Mayor de Alcalá de Henares un niño a quien sus padres pusieron por nombre Miguel. Sus padres fueron Rodrigo de Cervantes y Leonor de Cortinas. Por tanto, el nombre completo del niño sería Miguel de Cervantes y de Cortinas.
Sin embargo en Alcázar de San Juan, existe la partida de nacimiento de Miguel de Cervantes Saavedra. ¿Dos en uno? Efectivamente, existen dos partidas de nacimiento que son de bautismo del insigne escritor, la de Miguel de Cervantes Saavedra (Alcázar de San Juan) y la de Miguel de Cervantes Cortinas (Alcalá de Henares). Sin embargo en un pleito en Córdoba, donde declaró Cervantes como testigo, dijo que él era natural de Córdoba: "Vesino de la villa de Madrid y natural de la ciudad de Córdoba", Cervantes, dixit. Existe un estudio de Rodríguez Marín, sobre Córdoba, como lugar de nacimiento o residencia o vecindad de Cervantes o de alguna persona de su familia.
Tres en uno. Trinidad cervantística. Pero, ¿cuál de estos tres fue el tradicional preso de Argamasilla de Alba, el maltratado en el Toboso, o el estudiante de Salamanca? ¿Nació también en un lugar de la Mancha? Cervantes no deja de marear el pavo, la perdiz, los apellidos, los nombres, y los asnos… Juana Panza se llamará la mujer de Sancho, y Teresa Panza y Mari Gutiérrez…
En cuanto al lugar de la mancha, en la que al final de la obra el narrador reitera su intención justificándola: "Por dejar que todas las villas y lugares de La Mancha contendiesen entre sí por ahijársele y tenerle por suyo". Él invita a la contienda. Se lo disputan Argamasilla de Calatrava, Mota del Cuervo, Santa María del Campo Rus, Esquivias, Miguel Esteban, Villaverde, Tirteafuera y Quintanar. Pero, personalmente, quédome con Argamasilla de Alba de la que Caramella afirma que "no deja género de duda de que Cervantes estuvo preso en Argamasilla, solicitando que Juan Bernabé de Saavedra, le socorriese de su deplorable situación, que luengos días y menguadas noches me fatigan en esta cárcel, o mejor diré, caverna" defendida por investigadores, académicos y por Azorín y reconocida por mí su mención en el Quijote de Avellaneda…
Son algunos de los despistes que encontramos en su obra. Despiste para todos. Porque, a estas altura, creo que el Quijote nos soporta a todos, incluidos los cervantistas.
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