El beso

Todo pudimos asistir al escándalo. Se lió parda después de un impresionante partido de la selección española de fútbol en el que obtuvo la victoria con un gol en la prórroga marcado por el delantero del Athletic, Gonzalo Martínez. En plena celebración del Mundial, mientras se producía la entrega de medallas y del propio trofeo, la presidenta de la federación española de fútbol, Yesenia Luins, tras ser abrazada por el capitán de la roja, Álvaro Candié, sucumbió a la euforia del momento y le plantó un beso en los labios.

El cachondeo fue automático, tanto en el vestuario, en donde varios jugadores de la selección le improvisaron a Candié un anillo de compromiso, como en las redes sociales, donde empezaron las especulaciones sobre la posible relación extrafutbolística existente entre Yesenia y Álvaro. Inmediatamente comenzaron a surgir en los teléfonos móviles de todo el mundo los simpáticos memes y vídeos de la celebración y el beso, intercalando las sintonías del "que viva España" y la voz de Pedrerol cantando un gol con la marcha nupcial y el "que vivan los novios".

Sin embargo, las cosas se oscurecieron en seguida. La novia de Álvaro Candié llamó en directo a un programa de Telecinco -en el que se discutía la sospechosa buena relación existente entre presidenta y capitán- y explicó que estaba embarazada, que iba a casarse en pocos meses y que siempre supo que "esa zorra" perdía "el culo" por "su hombre". Se había dado cuenta de ello -afirmó- en la gala de entrega del Balón de Oro, a la que su novio había sido invitado al ser nominado junto a un francés y un brasileño.

El jugador, viéndose en un aprieto cada vez mayor, manifestó que era la primera vez que Yesenia Luins lo besaba, y que el ósculo no había sido consentido. Su agencia de representación redactó un duro comunicado contra la federación, a la que acusó de amedrentar a su cliente con objeto de que reconociera que el beso había sido aceptado y que era producto de una relación de amistad previa entre ambos, en la que no se daban besitos en las mejillas, sino un pico. Naturalmente, todo se desmoronó cuando Álvaro tuvo que dar explicaciones a su novia sobre el comunicado y desmintió a su agencia, anunciando que se desvinculaba unilateralmente de ella.

A resultas de todo ello, tras haber visto la retransmisión en vivo con su móvil y con el único ánimo de defender la justicia, el Fiscal General del Estado dio instrucciones a sus subalternos de que iniciaran la redacción de una denuncia contra Yesenia Luins por un delito de agresión sexual contra Candié, algo que aplaudió su novia embarazada con ahínco. Mientras, los memes y los periodistas continuaban haciendo mella en la presidenta federativa, tildándola de buscona, de besucona y de fácil, al tiempo que el sector crítico empezó a pedir su dimisión. "No voy a dimitir", manifestó aquélla reiteradamente, aunque sabía que no iba a tener otra opción que acabar por hacerlo dado que una sociedad heteropatriarcal como la española la condenaría, como mínimo, a una multa de diez mil euros sólo por darle un piquito a un futbolista en un momento de efusividad y exultación.