Manuel Amaya Zulueta

Las dos caras de la Luna

El pálpito amarillo

25 de febrero 2025 - 03:04

Aveces no resulta fácil cubrir de letras la pavorosa página en blanco, así la llaman los articulistas cuando lo que hay que comentar o analizar o juzgar, o…, resulta un poco insulso, o muy insulso, insustancial. Sólo algunos instantes de brillo durante noventa minutos es (aparentemente) insuficiente para alcanzar las quinientas palabras de rigor. Porque el fútbol, como la Luna tiene dos caras. Y nos tocó este domingo, la oculta, la negrilla. “Y a las nueve de la noche, vaya horita. Encima. Mañana tengo una operación temprano, no nos pueden poner estos partidos a las nueve, porque mientras sales, coges el autobús y llegas a tu casa, cenas y te duermes son las dos”. La parienta: “Duérmete ya, Migué”. “Es que me he comido un bocata-chópel-pol y tengo como un ladrillo entre el pecho y el ombligo”. “Déjate de chópel-pol y apaga la luz, que no hay manera de conciliar el sueño”. Otras veces, cuando le da la vena poética-cursi dice que se va abandonar en brazos de Morfeo, Él, el de lo de los meniscos, que es hombre instruido en Mitología, no se preocupa por la posible promiscuidad y se mete en la cama con un calcetín sí y otro no. “Hoy, que frío tiene los pies, Migué”.

Durante el partido, mi amigo, que tiene esa gracia gaditana que no se puede aprender, siempre se fija mucho en la vestimenta de Garitano, le gusta mucho eso, y después de varias observaciones, en una de las cuales se pierde una torpeza de Ramos que pudo acabar en golito, llega a conclusiones: “Hoy viene de Georgie Dann.”. Antes, haciendo mención a aquel artículo mío titulado Los lacios, me pregunta si hoy juega algún lacio. “Sí, el de Cádiz” En esos momentos anteriores al match el verde cercano a tribuna se puebla de niños. “Estas tonterías de los niños no pasaban antes…” y lanza un taco gordo de seis sílabas. “Manolo, te has fijado el terreno de juego. Yo nunca he visto un pasto mejor. Qué bien está, ¿eh”. Entre chascarrillos, palabra amada por todos los abuelos de la Plaza de Candelaria y hoy en claro desuso, burlas y guasa gadita, y las molestias que le está produciendo a mi vecino de silla un trocito de chópel-pol en el paladar duro, va pasando un partido en el que los de La Plana no han tirado entre los tres palos ni una sola vez y en el que si nuestro querido lacio hubiera acertado en dos bolas de semigol o de” vicegol”, como escribía Wenceslao Fernández Flores, hoy estaríamos más contentos al leer la tabla de clasificación. Nos queda volver a elogiar al number one de todos los días, Ontiveros, que se coló en la mismísima portería con el balón en los pies, y que el juez anuló por un fuera de juego que nos pareció a todos entonces, pero que, una vez en casa, tirando palante y patrá el video, como concretan los del Mar del Plata, no nos pareció nada claro. Ahora la pregunta del millón. ¿Por qué no se revisó ese off side u orsay por el var? Si esto le pasa a un primerón de blanco, la que se lía. Y es que no somos nadie..., y menos en bañador.

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