Enrique Montiel

Y la casa sin barrer

Calle Real

28 de julio 2024 - 03:06

El bien a proteger, el lenguaje jurídico avanza. La playa de Camposoto, por ejemplo, es un bien a proteger. No le cabe duda al gobierno municipal que preside Patricia Cavadas, ni a la Demarcación de Costas, el Parque Natural y la rama del gobierno autonómico correspondiente. Sin embargo, el bien a proteger está desprotegido porque las partes consideran lícita, legal y factible, o lo contrario, la actuación que ya debería haberse hecho para que no haya zonas de playa embarradas y, en general, sea un pedregal lo que siempre ha sido un arenal, dunar o no. Y todo es por el criterio y la flexibilidad, que en el caso de administraciones de opuesto signo político, hay que mantener o nada.

Así que el bien a proteger, que en última instancia son los vecinos de la Isla, que aman “su playa”, está sin solucionar. Por un tema, me temo, puramente mecánico. Es que, mediante documento firmado por las partes, los arreglos de la playa hay que hacerlos “a mano” y el Ayuntamiento los prefiere “a máquina”. Esto es, las máquinas llevando la arena a los fangales lo hacen en un día, para entendernos. Las piedras las recogen otras máquinas. Pero no, lo pactado y firmado es hacerlo manualmente, o sin procedimientos mecánicos. ¿Las razones? No se habla de eso. Así que quien manda más, que es la Junta de Andalucía, se ha impuesto y los playeros se encuentran día tras día el fangal, el pedregal y la no playa de la que siempre han hablado con mucho entusiasmo. Y la derivada inmediata: qué hace quién debe cuidar la playa -el Ayuntamiento- que no cuida la playa, este poco paraíso que tenemos después de siglos cerrados por los cañonazos, la fusilería y demás artillerías de costa que habían entregado el espacio de recreo a la Defensa de España. Por esto de los resortes automáticos, el mundo del PP local ha salido para alinearse con la administración autonómica, hoy dirigida por los populares, no sé que hubieran hecho ayer, cuando en Sevilla gobernaban los socialistas. Con lo fabuloso que hubiera sido salir con un proyecto conjunto de limpieza y puesta a punto de la playa, conjunto de todos, los socialistas, los populares, los vecinos todos. Qué difícil los temas de todos en este país de nuestras culpas. El hagámosle daño a Patricia Cavada para las próximas elecciones es un modo de pensar tan propio de miopes que por eso les pasa luego lo que les pasa a los que creen que esto va de eso. El acerbo cultural español tiene una expresión que aquí viene como anillo al dedo (otra): Y la casa sin barrer. Mientras discutimos y mostramos las cartas contrarias, estamos fastidiando a los amantes de la playa isleña, que sortean los fangales y esquivan las piedras de la playa para el chapuzón. No hay derecho, dice el decir popular.

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