Com-pasión con cádiz

Una familia de turistas amantes de Cádiz destacaba que había encontrado, después de dos o tres años de ausencia, la ciudad mucho más limpia. Nunca me habían dicho antes que veían sucia a mi ciudad natal. Nunca se atrevieron. Se ve que tuvieron compasión conmigo y pensaron que me harían daño al decirme algo que yo veía y veo con mis propios ojos. Pero esta Semana Santa se les ha escapado casi sin querer un “mira, Juaqui, ¿sabes lo que hemos notado? Que Cádiz está ahora más limpia”. Ufff, tampoco ha sido un halago porque la ciudad no está limpia. Hay muchas calles que huelen a pipí de manera permanentemente eterna y sin remedio. Hay rincones convertidos en vertederos. Hay zonas de San José convertidas en espacios de acampada para los sin techo que huelen que tiran para atrás. No quiero pensar cómo verían de sucia a mi ciudad cuando ahora, con pasión y compasión, me dicen que la ven limpia. Mejor, me callo.