Contradicciones sociales

El Alambique

28 de diciembre 2024 - 07:00

Son tiempos de pararse con los amigos para desearles lo mejor. Casi todos disponen de días de vacaciones. Implica tiempo para descansar, para relajarse... Sus informaciones se nos agolpan: Oyes. Asientes. Después analizas y piensas que cada opinión tiene su lógica. Sin embargo algunas son contradictorias.

Todo empezó por la mañana. Salimos temprano y ya algunos iban con prisas. No quieren dejar de hacer esos encargos especiales navideños. Necesitábamos sacar dinero. Cerca del cajero me encontré con el punto de vista de un padre que decía que iba a huir de la ciudad porque sus pequeños estaban demasiado nerviosos: —Tanta cabalgata, tantas luces, tanto ruido. No pueden dormir entre Papá Noel y Los Reyes Magos.

Al poco fue el saludo a una señora que venía de recoger masa de pestiños. Quería acabarlos antes de que llegaran sus nietos. Sonrío. Los abuelos deseamos que no falte ni gloria y eso significa espabilar. Es tanta la felicidad de ver a las nuevas generaciones en torno a la mesa…

Una amiga me para. Nuestros nietos pequeños coinciden en la misma guardería. Está feliz decidiendo qué comprar. Apenas avanzamos vuelvo a frenar a mis nietos mayores. Esta vez ha sido por encontrarme a una alumna de mis primeros años de maestra. Su nombre acude a mi memoria. La llamo. Está guapa. Y triste. Tras unas frases vacías me cuenta que vive sola y que para ella no hay Navidad. Me parte el corazón oírla. No puedo dejar de pensar en cómo podría acercarla a algún colectivo de mujeres. Primer propósito para el Año Nuevo.

Al atardecer decidimos disfrutar de la ciudad iluminada. Queremos visitar los belenes como siempre. La calle Luna está preciosa, el centro lleno. Hago fotos para presumir de El Puerto.

Me despierto a medianoche pensando que unos huyen de la ciudad y otros la disfrutamos. Unos están rodeados de familia pero demasiados siguen solos. Unas ciudades rebosan luz y demasiadas carecen de ella. Nuestros niños dispondrán de demasiados regalos y otros nunca estrenarán ninguno.

¿Que no falte ni Gloria? Habrá que pensar en cómo arrimar esa Gloria a los que la necesitan tanto o más que nosotros.

Felices Fiestas.

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