La crisis sanitaria en La Isla

17 de enero 2025 - 06:00

El mes de enero siempre ha tenido una historia temible para los mayores. No solo por el vacío que dejaba, y deja, la caja económica familiar con las fiestas navideñas, qué también lo era y sigue siendo, sino porque en este mes suelen aparecer la mayoría de las enfermedades infecciosas traídas en parte por la bajada de las temperaturas. Era, y es, la famosa cuesta de enero.

Recuerdo a mi madre y a muchas personas ya avanzadas en la edad decir, siempre con un poco de miedo o respeto, hay que subir la dichosa cuesta de enero. Enero, mes que se suele hacer largo, muy largo, circula entre el frio y el reposo por las largas fechas festivas de diciembre. Siempre se suele empezar el año con miedo y esperanza. Miedo a lo que pueda suceder a lo largo de todo el calendario y esperanza a que el presente siempre se desarrolle al menos como el anterior, si ha sido bueno claro está.

Pero la vida ha cambiado y con ello sus costumbres también. Antes el resfriado se curaba en casa con los apaños caseros y cuidados maternos, ahora por lo mínimo acudimos al "médico" y queremos tratamientos milagrosos y rápidos. Vivimos en la época del consumismo medicamentoso, solemos abusar de los medicamentos sin pensar en sus efectos adversos, que todos tienen, y precisamente la sanidad actual no está preparada para absorber a tantos clientes.

Como digo enero es el mes de las infecciones respiratorias en su mayoría y en esto estamos cuando la sanidad andaluza, y también la isleña, se encuentra en su peor momento. Mienten quienes digan que la sanidad siempre ha estado igual, no es verdad. Las citas de la atención primaria nunca estuvieron más allá de una semana y en tiempos de crisis, y eso a pesar de que la ratio de las esperas en centros de salud se estableció en demora cero días. La sanidad pública está en crisis permanente y esto se agudiza en épocas de alta frecuencia cómo en la que nos encontramos. Esto es como las fichas de dominó, si se colapsa la atención primaria se colapsa las urgencias y si esta se masifica la atención al paciente no puede ser satisfactoria. El personal, insuficiente, no pueden dar más y la administración autonómica, única responsable, lo sabe y lo peor es que no le pone solución. La política de bajar los impuestos es lo que trae, no hay dinero para los servicios públicos. Hay listas de esperas para intervenciones quirúrgicas para más de un año y en el momento de escribir este análisis, cómo ejemplo, no hay citas para mi médico en R. Arias hasta el mes de marzo, solamente hay dos citas para la tarde en febrero. Esto es lo que tenemos a pesar de que la Consejera de Salud diga que las citas para atención primaria no pasan de tres días, una barbaridad, denunciable.

Esto no es asumible y mucho menos en épocas de crisis sanitaria y hace bien la Federación Vecinal, quizás tarde, en manifestar su repulsa y preocupación por la sanidad en La Isla y reivindicar el cuarto Centro de Salud y el gobierno local, a pesar no tener competencias, tendría que exigir por todo sus medios una satisfactoria atención sanitaria para la ciudad, para los ciudadanos. Mientras esto sucede, el gobierno autonómico de Moreno Bonilla vuelve a destinar 17.000.000 de euros a la sanidad privada.

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