El Alambique
Belén Domínguez
El río que nos lleva
Crónica de San Juan de Dios
Las elecciones han dejado una borrachera de triunfo en José María González ‘Kichi’ y sus acólitos; una mala resaca en el Partido Popular pero una auténtica depresión en las filas de los socialistas. Los populares, si se mira desde el punto de vista cuantitativo, se ha dejado en el camino cuatro ediles con respecto a 2015, que ya había perdido siete. Sin embargo, el análisis que se hace es el peaje que tenía que pagar por el inicio de la etapa post Teófila Martínez, la irrupción de Voz en un plano ideológico cercano, que en las municipales se ha llevado 2.000 votos, y una marca que no estaba acompañando a nivel nacional. En el PP seguramente eran conscientes de que la cosa no iba a ir excesivamente bien pero al final, teniendo los peores resultados de la democracia, han conseguido que el PSOE no les superara en número de concejales, algo que era una posibilidad real.
En el PSOE la situación era distinta, ya que se repetía con el candidato Fran González y hacía apenas un mes, en las elecciones generales, fue la fuerza más votada en Cádiz. Ese viento de cola y el más que previsible hundimiento del PP hizo que la candidatura de Fran González tuviera unas expectativas muy por encima de lo que finalmente se dio.
En el cuento de la lechera político se hacían cábalas y con un cántaro se pensaba en subir algunos concejales, con otro incluso se miraba el panorama y posibles fórmulas de gobierno si la situación se daba.
Pero no se dio y el PSOE no sólo ha perdido más de 1.000 votos con respecto a lo que habían sido los peores resultados, sino que se ha dejado en el camino el diputado provincial. Sin embargo, lo más preocupante es que el domingo hubo 9.000 personas que cogieron la papeleta del PSOE para las elecciones europeas y después a la hora de las municipales cogió la de Kichi.
Fran González estaba noqueado y absolutamente desolado el domingo. Creía que el trabajo que ha realizado en estos cuatro años podría darle sus frutos y, por ello, se había mostrado muy ilusionado de cara al 26-M. Siempre había tenido un especial olfato para saber situarse en el lugar adecuado. Sin embargo, el domingo todo saltó por los aires.
Fran González ha tenido esta semana un silencio voluntario. Como un monje cartujano, ha desaparecido del mundanal ruido y se ha encerrado en sus cuatro paredes con un futuro político que se ha quedado en un callejón sin salida. Mañana es previsible que tenga una reunión con su equipo y ya se empiecen a tomar decisiones.
Estos días está hablando con gente de su entorno más próximo una vez que ha ido asimilando lo que ocurrió el domingo.
Una de las opciones que tiene mucho visos de cumplirse es que Fran González sea ya historia en el Ayuntamiento de Cádiz y ni siquiera vaya a recoger su acta de concejal el próximo día 15, cuando se tenga que formar la Corporación. En este caso la portavocía del Grupo Municipal Socialista sería asumida por la número dos, Mara Rodríguez, con el objetivo de iniciar un cambio de rumbo. Eso significaría también que la número seis, Rosa de la Flor, entraría de nuevo en la Corporación al haberse quedado fuera por los malos resultados electorales.
Otra de las incógnitas que hay que resolver es la orgánica. Fran González fue elegido secretario local de los socialistas en noviembre de 2017. El precedente más cercano se ha producido en La Línea de la Concepción, donde el descalabro del PSOE ha sido aún mayor. En este caso la Ejecutiva local del partido ha dimitido al completo.
En Cádiz no hay una decisión tomada pero ya hay algunos de los miembros que tienen claro que se debe asumir lo malos resultados y que habría que dimitir en bloque para que una gestora se hiciera cargo del partido hasta que dentro de unos meses se celebrara un nuevo congreso en la agrupación local del que saliera un nuevo secretario o secretaria de los socialistas. De momento, lo que se pide desde Madrid es cierta calma para que las medidas sean lo menos traumáticas posibles.
La llegada de ‘Kichi’ al Paseo Fernando Quiñones daba una idea de la dimensión que ha adquirido la figura del alcalde. Es un producto gaditano pero su idiosincrasia ha traspasado fronteras y en el anterior mandato, salvo Carmena y Colau, las alcaldesas de las dos principales ciudades del país, no había ningún otro alcalde de los autodenominados del cambio que fuera reconocido en toda España.
Cádiz es la ciudad de los ídolos, la misma que elevó a los altares a Mágico González en el plano futbolístico, que ha beatificado carnavalescamente hablando a Juan Carlos Aragón con su muerte y que uno tras otro ha reverenciado a cada uno de los tres alcaldes de la democracia. Seguramente los que tengan ya una edad más avanzada han llegado a votar a los tres en algún momento de su vida, porque ya se sabe que en las municipales se vota mucho más a la persona que al partido.
Carlos Díaz, Teófila Martínez y ahora José María González no sólo han obtenido apoyos de los ciudadanos en las urnas, sino también de la ciudadanía en la calle. Los dos primeros, incluso, gozaron de mayorías absolutas que en el caso de Teófila Martínez llegaron a ser aplastantes. Cada uno a su estilo, el socialista más tímido y discreto, la popular más enérgica y el actual alcalde con su campechanería, pero la ciudadanía siempre ha mitificado e idolatrado, en general, la figura de su alcalde.
También te puede interesar
El Alambique
Belén Domínguez
El río que nos lleva
Visto y Oído
Broncano
Roberto Scholtes
Pequeñas y medianas compañías para 2025
Super Micro Computers
Lo último
Fútbol | Segunda Federación
Duelo de filiales: el Cádiz CF Mirandilla visita al Recreativo Granada
Wicked | Crítica
Antes de que Dorothy llegara a Oz: la historia de Bruja Mala