Antonio Morillo Crespo

Dejad que los muertos entierren a sus muertos

La Corredera

10 de enero 2025 - 03:04

No es mi intención mezclar un texto bíblico. Pero es que viene bien y a cuento. Me ha dejado de piedra la iniciativa del presidente de conmemorar solemnemente y en cien actos públicos la muerte del dictador Franco. Vaya por delante que no pertenezco a ningún partido y que cuando lo estaba fue en UCD y CDS. Y alcalde 14 años (además diputado a las Cortes por Cádiz). Aquí en este pueblo tuve un equipo que no cabe mejor. Cuento que durante todo este tiempo ningún concejal ni el alcalde ganó un euro. Solo se pagaba la gasolina al concejal de campo. Todo este recordatorio no es para liar la parva, sino para expresar que no tengo ninguna afiliación y que lo que escribo sale de mi cabeza y hasta de mi corazón. Y añadiría, para dejarlo todo bien claro, que en aquel tiempo sufrí hasta amenazas. Y lo digo y expreso no para alabanza alguna, sino para demostrar que no era de aquel Régimen ni acorde con él. Todo esto para que nadie piense que critico o lucho en campaña contra el Gobierno actual. Y en estas estamos para decir que es una barbaridad celebrar la muerte de Franco, que mantuvo una dictadura durante muchos años. Pero que los muertos entierren a sus muertos. Celebrar según ha prometido unos cien actos para conmemorarlo, me parece una necedad. Dejar ya a los muertos, ¡por Dios! También tendríamos que celebrar la muerte del dictador Primo de Rivera, Fernando VI, guerras carlistas y hasta de Felipe II. Es una pasada y da a entender quizás que el mérito de aquella muerte y los años de la democracia que disfrutamos ahora es galardón de los ahora mandantes. Estas conmemoraciones son una pasada. Y hasta un intento de colocarse en el pecho medallas y hasta una laureada. Estas medallas pertenecen al pueblo entero, a todos los españoles. Me atrevería a decir que hasta Felipe González opina así.

Hay que celebrar y conmemorar nuestra Constitución de 1978 (31 de octubre). Ese sí que fue un gran día. Y también una gran noticia las primeras elecciones democráticas en las que participaron todas las fuerzas políticas, incluidas las franquistas y los comunistas, todos. Conmemorar el restablecimiento de esta democracia con sus pros y sus contras, pero siempre (aunque tenga imperfecciones) rigiendo los principios de libertad, igualdad y fraternidad. Pero dejemos ya en paz a los muertos.

Yo no quiero entablar discusiones y menos aún diatribas entre unos y otros. Solo quiero expresar, aun a costa de que me pueda equivocar, lo que hemos aprendido en estos años y el ejemplo de otras naciones de nuestro entorno europeo. Por supuesto que no podemos darnos por satisfechos con lo conseguido esta temporada y dormir largamente pensando que todo está hecho. La vida sigue y hay mucho por hacer y además en lo mismo, para lograr con efectividad los antes enunciados principios de libertad, igualdad y fraternidad.

P.D. Dejemos a los muertos en paz. Dios sabrá tras la muerte qué se merece cada uno según su conciencia y sus actos. Pero, repito, dejemos descansar ya a los que murieron años atrás. Y por el contrario persigamos y luchemos por lograr que haya paz (que la cosa está que arde en varias latitudes) y que en nuestra España, con todos españoles, vivamos en concordia.

stats