Desnudo en el gym

Leo con asombro las últimas noticias sobre la detención de Jose Alberto Cruz, concejal del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Chiclana, acusado de exhibicionismo al, presuntamente, plantarse desnudo durante horas delante de menores de edad en tres gimnasios de Jerez de la Frontera. José María Román ha cortado por lo sano y con respeto absoluto a la presunción de inocencia ha expulsado al concejal de su gobierno. También ha sido dado de baja en la militancia socialista, cautelarmente.

No voy a realizar valoraciones de índole jurídica sobre el caso, que a buen seguro tendrá que avanzar en las próximas semanas, pero sí debo señalar con total perplejidad algo que me ha llamado la atención (me niego a decir "poderosamente"). Al parecer el concejal chiclanero, que residía en Jerez (algo que antiguamente estaba prohibido por ley), se había matriculado en tres gimnasios diferentes de la localidad y dicen que pasaba "varias horas" en uno antes de desplazarse al siguiente, habiendo permanecido en uno de ellos “hasta cuatro horas”. Y lo que yo me pregunto es: ¿cuándo desempeñaba sus labores como edil el hoy imputado?

Nos encontramos, por un lado, en el Caso Ábalos con acusaciones de atractivas escorts dadas de alta en empresas públicas en las que cobraba (y cotizaban) sin necesidad de ir a trabajar, y por otro a un joven concejal liberado económicamente que invierte "hasta cuatro horas" de la tarde en ir al gimnasio. ¿No hay cosas por las que preocuparse en Chiclana? ¿Cuánto tiempo invierten los políticos locales en cumplir con su trabajo con la ciudadanía?

Quiero pensar que estos casos son los menos, pues me consta de la gran disposición, entrega y sacrificio que muestran muchos de los concejales de los distintos ayuntamientos que conozco, gente con la oreja pegada al teléfono móvil, atendiendo incidencias a diestro y siniestro, a cualquier hora; sin vida familiar o personal como consecuencia de su excesiva implicación en el devenir de la política municipal. Pero también he conocido a verdaderos artistas del figurar, peritos en fotos hagiográficas, degustadores perpetuos de canapés y arrimados de cualquier calaña.

Por ello, cuando he leído este horror del que acusan al joven edil chiclanero, mientras el jurista que llevo dentro guarda cautela hasta el dictado de una sentencia, mi mente de ciudadano crítico se vio inmediatamente indignada con la sospecha de la liberación salarial de alguien que invierte las tardes en ir a tres gimnasios en Jerez a, como mínimo, hacer deporte. Si yo estuviera empadronado en la ciudad vecina me subiría por las paredes y, de hecho, agradecería muy mucho la radical decisión adoptada por el alcalde Román.

Una cosa es que el Partido Popular haga vídeos con IA cachondeándose de PSOE y Podemos por el 8M y otra que el delegado de Juventud sea detenido y acusado de exhibicionismo delante de menores de edad. Y, encima, en horario laboral. Hasta ahí podíamos llegar. Bien por Román, y aguardemos a la Justicia por venir.