Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
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Tribuna Económica
La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca constituye en sí una amenaza global. El FMI opina que las dos últimas crisis, la financiera del 2008 y la pandemia, han lastrado el potencial de crecimiento mundial. El FMI pronostica un crecimiento débil para el próximo quinquenio con un crecimiento del PIB mundial a una tasa del 3,2% en los próximos años.
Esta atonía del crecimiento mundial se ve agravada por la fragmentación del comercio mundial, como consecuencia de las rupturas de las cadenas de suministro globales provocadas por la pandemia. Este año el FMI celebra el 80º aniversario de su fundación tras la Segunda Guerra Mundial. Un largo período caracterizado por el multilateralismo y por la cooperación entre los países a través de las instituciones multilaterales como el propio FMI, el Banco Mundial o la ONU, con unas reglas de juego establecidas y respetadas por todos y un liderazgo claro y contundente de EEUU.
Durante este largo período el mundo, el poder geopolítico y la economía mundial han cambiado radicalmente, tanto las reglas del juego como las instituciones multilaterales, que se han quedado obsoletas, y requieren de profundas transformaciones estructurales. EEUU ha perdido su liderazgo y el dólar como divisa mundial se ha erosionado. El FMI insiste en que ante esta situación de debilidad y descomposición es más necesario que nunca la cooperación entre los países en la búsqueda del bien común global. El paradigma más claro de Donald Trump es America first, una posición nacionalista y aislacionista que va en contra de las aspiraciones multilaterales. Donald Trump está convencido de que la persecución de los objetivos individuales de cada uno de los países es la mejor forma de conseguir el bien común global. El problema surge cuando estos intereses son rivales.
Desde este punto de vista, Donald Trump no va a aportar al mundo más cooperación, sino todo lo contrario. Otro de los temas que preocupa al FMI es el creciente proteccionismo tras las dos últimas crisis. Si hay una idea clara de Donald Trump afianzada es la necesidad de que EEUU proteja su industria y sus sectores económicos vía subidas arancelarias. En plena campaña electoral afirmaba imponer aranceles de hasta un 60% a China, 10% a Europa, y el 100% a México si fuera necesario. Esto reducirá el crecimiento económico y la creación de empleo siendo la parte más segura y cierta de la futura política de Donald Trump. Sabemos que en las guerras arancelarias todos pierden.
La principal preocupación del FMI es el crecimiento de la deuda a nivel global, tanto pública como privada. A finales de 2023 la deuda mundial ha crecido hasta el 93% del PIB mundial, y según sus previsiones alcanzará el 115% del PIB a finales de 2030. Por esta razón el FMI aboga por que los países inicien un proceso de consolidación fiscal. Donald Trump va a aumentar la deuda y el déficit público de EEUU como consecuencia de su programa de reducción de impuestos y aumento del gasto público, en defensa y otros.
En definitiva, podemos afirmar que si Donald Trump cumple con su programa electoral, el crecimiento, la inflación y la creación de empleo mundiales se van a ver perjudicados.
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