Efemérides efímeras

Agosto es un mes de efemérides tristes, con las muertes de Sánchez Mejías, García Lorca, Antonio Bey Olvera o Chato de La Isla

24 de julio 2024 - 06:30

San Fernando/Dentro de ná, así en andaluz, que acorta los tiempos mejor que Einstein. Quiero recordar a Sánchez Mejías, quien murió un trece de agosto, número gafe. El gran dramaturgo, escritor y torero, de la generación del 27, nacida en aquel homenaje a Góngora, murió como resultado de una cogida por asta de toro en la plaza de Manzanares. Plaza perdida, para él, de pueblo, sin categoría, en cuya mísera enfermería no quiso ser intervenido. El otro día, viendo una novillada en aquella triste plaza, lo recordé. Sobre todo porque en aquella olvidada plaza rodaron, también, los idus de marzo. Es curiosa cada circunstancia vista sobre entonces. “El 6 de agosto del citado 1934 actúa en La Coruña junto a Juan Belmonte y Domingo Ortega, festejo que tendría funestas consecuencias, ya que no solo al intentar descabellar a un toro de Bernardo Escudero Bueno, saltó el estoque al tendido matando a un espectador, sino que al regresar a Madrid el automóvil de Ortega sufrió un accidente de circulación en el que resultó herido el espada de Borox, por lo que no pudo acudir el siguiente día a 11 a Manzanares (Ciudad Real), donde tenía contratada la corrida de feria. El puesto vacante es ocupado por Sánchez Mejías, quedando el cartel de la siguiente forma: dos reses para el rejoneador Simao da Veiga, y otras seis para Ignacio, Fermín Espinosa (Armillita chico) y Alfredo Corrochano. Los ocho toros fueron de los hermanos Demetrio y Ricardo Ayala. Y, uno de ellos, Granaíno, lo mató.”

Lo que salva de verdad, a Ignacio del olvido es la elegía de García Lorca. Con su espuerta de cal ya prevenida, los mayorales de pálida niebla y todo lo demás.

Al morir Sánchez Mejías, su figura fue ensalzada por Miguel Hernández, Rafael Alberti –que hizo el paseíllo en su cuadrilla– y otros poetas de la generación del 27, incluido García Lorca, cuyo Llanto por Ignacio Sánchez Mejías es para muchos la mejor elegía en español desde las Coplas de Jorge Manrique, para mí, también. La de Alberti líricamente muy deficiente. Y, el novelista Joan Benet, hizo el paseíllo de banderillero, con nuestro Rafael Ortega. Pero agosto es un mes de efemérides tristes. Lorca, el del llanto por el dramaturgo torero, en agosto de 1936 murió fusilado en Viznar por el pelotón del Capitán Nestares, en cuya ejecución operaba y está documentado, Salvador Varo Leiva, el hijo huérfano de un zapatero de Chiclana, que parece tuvo, cómo no, una zapatería en la Isla de León, en la calle Dolores. La gente de la isla está en tós laos, es un dicho andalú-dicharachero

En agosto de 1975 moriría en accidente de aviación el escultor Antonio Bey Olvera, quien regresaba a Madrid, tras unas vacaciones en la ínsula. Quedaron huérfanas de su arte, inmortal como imaginero, del Perdón y Caridad, principalmente, todas las cofradías de la Isla. Magnífico escultor y pintor, amigo íntimo de Juan García Cubillana y de Pepiño, otro genial pintor.

José Llerena Ramos, conocido como El Chato de La Isla por su físico, nace en San Fernando, Cádiz en 1926, cantaor flamenco payo, fallece en Fuenlabrada, Madrid el 5 de Agosto de 2006. Tengo que acordarme de él por agradecimiento comunicado, porque cantó y celebró mi bautizo, mi padrino, Rafael Sánchez Padilla, funcionario judicial y gallero, había financiado parte de su primer disco y por ello, vino a cantarme. Es de ética decir que, a lo mejor para mí, la tremenda afición flamenca por los cantes de Caracol, vienen desde aquel momento. La vida isleña que es cervantina

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