El combate

Buenas noches, queridos oyentes. Nos encontramos hoy, aquí, en la plaza de toros de El Puerto, abarrotada, para disfrutar de una velada inolvidable. El espectáculo más grande al sur del Guadalquivir, donde se dirimen los asuntos más (…).

En una esquina, con calzones dorados, sesenta y cuatro megas de memoria y eterno aspirante al trono... desde el barrio del Porvenir... ¡Pedrooooo ‘Pusdemón’ Yolandez! APLAUSOS Y VÍTORES. A mi derecha, en el otro rincón, con calzones rojos, 128 kiloherzios en cada brazo, una carrera fulgurante… desde el mismísimo corazón del Íbex… aquí va, aquí va: ¡Vladimiiiiir ‘Netanyiuhuuu’ Sánchez! MÁS APLAUSOS. Qué tensión. Qué ambientazo. Ambos participantes se saludan con una… ¡DING! Arranca la contienda (...).

Qué barbaridad, cómo mueven los pies. Se están estudiando. Mantienen la tregua. Están negociando para ver quién amnistía primero. Pero no hay acuerdo (…). DING. El segundo asalto comienza con un reparto de eufemismos suaves, humanitarios diría yo. ¡UUY! Vaya directo que ha recibido Pusdemón, que intenta escabullirse entre un cruce de acusaciones. Netanyiuhu insiste y ahora ataca sin respetar la ley. Está pacificando absolutamente a su adversario, a punto de ser investido en la lona. El coliseo portuense ruge (…).

Pero… ¿ESTO QUÉ ES? Un espontáneo, atención. Un espontáneo ha saltado al ruedo y se dirige a los contendientes. Se ha hecho el silencio…¡Y nadie hace nada para detenerlo! ¡Por favor! El espontáneo ha depositado un maletín en el suelo. Los luchadores han decretado un alto el fuego y atienden. El desconocido ha abierto el maletín y ¡oh, dios mío! Hay dinero dentro. Mucho. Yo diría que son criptobilletes. La grada se ha dado cuenta y sigue muda. Los contrincantes se están ¡REPARTIENDO EL DINERO! Madre mía. Cada cual se lleva su parte y se adentran en los vestuarios. (…) Querido público, pedimos perdón… ejem. Esto es humillante y una vergüenza. No nos esperábamos esto. Tenemos que irnos a publicidad. Regresamos enseguida.