Su excelencia

El Puerto ha dado un salto hacia el futuro con la declaración de gran ciudad, en realidad 'Municipio de Gran Población'. Sus 89.960 habitantes han visto como su vida ha cambiado radicalmente. Para empezar, nuestro alcalde ha obtenido el tratamiento de 'Excelencia', y todos los tenientes de alcalde, de 'Ilustrísima'. ¡Ahí es ná!, Un lujo del que sólo puede presumir en nuestra provincia la ciudad de Jerez.

También aumentan los altos cargos que puede elegir a dedo 'Su Excelencia'. Como el enorme trabajo que genera una gran ciudad como la nuestra no puede ser asumida por los 14 miembros del equipo de gobierno, a pesar de su alta preparación, ni por sus 15 asesores, se crean las plazas para la coordinación general, dirección general de organización municipal, función pública y desarrollo económico y responsable de la asesoría jurídica. Y vendrán más, habrá direcciones generales en cada Área municipal, para hacer el trabajo de los concejales y concejalas. ¡Un nivel, vamos!

Debido a la enorme envergadura de El Puerto, imposible de gestionar desde un ayuntamiento, también se dividirá la ciudad en distritos, cada uno con su concejal o concejala al frente y su equipo de asesores.

Pero el culmen de nuestro prestigio internacional, que podrá ser presentado por 'Su Excelencia' en el próximo Davos, será el tener como coordinador general un indocumentado que se contrató a sí mismo en el Ayuntamiento. No hay precedente en la función pública de nuestro país. ¡Un hito que demuestra que el ascensor social funciona en el Puerto! De jefe falangista, a cargo del PSOE, hombre de confianza de varios alcaldes y ahora, en la cúspide del Ayuntamiento. Una persona sin titulación que llegó a ser jefe de servicio, y que, a pesar de su ignorancia supina, ha comandado durante cuatro décadas el Área de Medio Ambiente. Un alto cargo al que no se le conoce éxito alguno en la gestión del medio ambiente, y sí sonados fracasos que nos ha costado miles de euros a la ciudadanía. ¡Un ejemplo de resiliencia, de un hombre hecho así mismo! También es un caso de evolución biológica digna de estudio. Su ambición y su desorbitada acumulación de poder se refleja incluso en su físico.

Vivimos en una gran ciudad, por encima de Cádiz, Algeciras o San Fernando, aunque no nos hayamos enterado.