La feria según nos va

Náufrago en La Isla

15 de julio 2024 - 03:04

Me gustaría que me gustara la Feria, pero creo que, en mi caso, eso implicaría el milagro imposible de volver a la infancia. Es decir, el viaje espacio-temporal a una época en la que parecía natural deslumbrarse con los adornos luminosos y embriagarse con la única borrachera que nos estaba permitida con esa edad: la del sube y baja de los Caballitos y el vértigo de los tirones del Látigo. ¡Ah, ese estremecimiento aparentemente controlado por la risa nerviosa en el Tren de la Bruja!

Pero ya son otros y muy diferentes los placeres, los pánicos y los desvaríos que nos han llevado o por los que nos hemos dejado transportar, y, aunque el espíritu infantil que no queremos abandonar nos hace aún disfrutar con el vaivén ocasional de un columpio, hemos crecido lo bastante como para no pagar tan alegremente el peaje del estruendo que conlleva la visita al Ferial.

Así que contemplo con el placer del ‘voyeur’; el movimiento masivo de gente en dirección al Parque en tropel familiar, o el caos circulatorio en medio de las prohibiciones en las cercanías de Bahía Sur, la locura de la desesperación de algunos, y constato que en ciertos momentos es mucho más divertido el espectáculo de lo que ocurre fuera que lo que se vive en las entrañas atropelladas de la verbena gigantesca.

Si, como dice el refrán, cada uno cuenta la Feria según le va, no puedo yo contar casi nada desde hace años, ni valorar si el traslado provisional (cuidado que por aquí las costumbres de dos años se convierten en tradición) al Parque de los Patos Desterrados ha sido un éxito o no, ni si los vecinos de tan céntrico lugar están o no contentos con el panorama, los conciertos y la circulación rodada.

De cualquier forma, todo pasará pronto, la feria isleña, creo que acertadamente, no ha seguido lareciente costumbre de alargar los festejos cada año un poco más. En otros lugares parece haberse implantado el nuevo dogma de que las celebraciones populares no son tales si no tienen un largo prólogo y un más que suficiente epílogo, cuando los sabios más antiguos ya dejaron escrito que la esencia del placer estriba en su brevedad y fugacidad, en la alegría de atrapar lo efímero.

Dicho esto, disfruten de la manera que estimen conveniente de esta Feria y recuerden que, según el mismo sabio, un día nos vamos a morir pero los demás, no.

También te puede interesar

stats