Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Inventarios de diciembre (4). Desigualdad
¿A quién tiene miedo Beardo para requerir la custodia de dos escoltas armados pertenecientes a la Policía Local?
Si ustedes no pertenecen al grupo de beardistas de genuflexión ciática habrán leído en este Diario un asunto muy oscuro y grave, otro más de los que envuelven la trayectoria de Beardo, relacionado con el uso y disfrute de una furgoneta de lujo de alquiler por parte de Beardo, algunos concejales y cargos de confianza, porque uno de los dos policías escoltas que conducen este vehículo fue interceptado por los 'polis malos' a las cinco de la mañana en las inmediaciones del centro comercial de Vistahermosa, según el gobierno fuera de servicio, es decir con la consideración de un ciudadano corriente, conduciendo la furgoneta alquilada de lujo supuestamente bajo los efectos del alcohol y portando un arma reglamentaria.
Este asunto es tan turbio que el gobierno está empleando muchos medios para ocultar y encubrir esta trama porque apesta que tira para atrás, y tiene muchos aspectos que invito a que ustedes consideren.
El primero de ellos, referido al uso y disfrute, desde hace varios meses, de Beardo, cargos de confianza y algún que otro concejal de la furgoneta de lujo alquilada: ¿Quién es el tercero tan dadivoso que paga el alquiler de esta furgoneta de lujo? ¿Qué interés o recompensa espera obtener este tercero? ¿Qué uso y disfrute le dan los concernidos? Estos niñatos son tan arrogantes y engreídos que incluso presumen de su uso subiendo fotos a sus redes sociales.
Lo que si sabemos, con total seguridad, es que ni esta furgoneta de lujo, ni ningún otro vehículo del parque móvil ha sido usado por Beardo para ejercer como portavoz adjunto, a tiempo completo, en Diputación, eso sí embolsándose por no trabajar 17.000 euros con total descaro. Bello, a ti que te gusta tanto escribir sobre políticos que cobran sin ir trabajar ¿Cuándo vas a escribir sobre la desvergüenza de tu jefe?
Para terminar este primer aspecto—continuaré en próximos alambiques— ¿saben ustedes que tanto Beardo, sus cargos de confianza y otros concejales y el tercero que paga esta furgoneta de lujo podrían estar incurriendo en un presunto delito de cohecho?
Disfruten lo votado.
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