La ley 7/2014

Era una entrevista en 24 Horas de la TV pública a F. González con motivo de la celebración del 50 aniversario del congreso de Suresnes. Escuchar a un político de la transición, sea del partido que sea, te sientes obligado a hacer comparaciones con la política que se hace en la actualidad. Razonamientos, consenso, voluntad de diálogos y sobre todo una política que siempre pensaba en España. Felipe González siempre fue desde sus inicios un político social demócrata, influenciado por los países de centroeuropa, sobre todo de Willy Brandt y Olof Palme. La política de González siempre estuvo basada en la prioridad de la reconciliación entre los españoles en libertad.

La Transición, tan agraviada por los que no la vivieron e incluso no se han preocupado de estudiarla, parece ser que todavía sigue vigente. Me refiero a que los españoles puedan vivir en reconciliación y en libertad. Libertad, palabra que en estos momentos chirria en la boca de algunos políticos que se autodenominan liberales. Creo que la política española nunca ha estado tan alejada del ciudadano como se encuentra en la actualidad.

Y todo esto lo expresa la bronca política que ha originado la aprobación, con mayoría del Congreso, de la reforma de la ley 7/ 2014 mediante la cual se permitirá convalidar la parte de la pena cumplida por un recluso en prisiones de otros países de la Unión Europea, cuando el recluso vuelva su país. Esto es un mandato de Europa que estaba suspendido desde 2014 y que ahora el grupo Sumar la ha incluido para su aprobación. Es una cuestión jurídica, de ley que existe y hay que cumplir por mandato europeo. La ley fue votada por todos los grupos del arco parlamentario incluido el PP. Pero ha bastado una crítica de un diario digital para que los populares hayan retrocedido bajo la música de que se han equivocado y que no sabían lo que votaban.

No sé qué es peor, si votar esta ley o decir que no sabían lo que votaban. De verdad un partido que presume de ser institucional, de gobierno, con multitud de asesores, puede justificar su error por falta de conocimiento de lo que tenían que votar. ¿Se le puede dar un gobierno a políticos tan irresponsables? Y como queda Feijóo, desautorizado una vez y otras cada vez que se equivoca. ¿Quién o quienes mandan en el PP?

El espectáculo que han dado en la Cámara Baja ha sido una vez más, lamentable, haciendo una política bajuna utilizando, sin permiso de sus familiares por parte del portavoz del PP sin ningún pudor ni vergüenza, fotos de socialistas asesinados por la banda terrorista, que ya hace una década que dejó de existir, para criticar al gobierno. Gobierno que por otra parte podía haber dejado esta ley como estaba. Porque, ¿qué necesidad tiene el PSOE de crear tensión en los familiares de las víctimas y en los ciudadanos? ETA dejó de existir y es vomitivo que el Partido Popular la siga utilizando como lanza al gobierno, pero hay etarras que cuesta mucho trabajo entender que puedan salir a la calle, aunque hayan cumplido su condena. Habría que condenar al Código Penal vigente que teníamos y tenemos, que permite esta pasividad. Pero la ley está para cumplirla y en última instancia son los jueces los que tienen que aplicarla.

Pero lo cierto es que la sala del Congreso del pasado miércoles dio una imagen lamentable entre unos que parece que no tienen cosas más importantes que aplicar y otros que votan sin saber para lo que votan. Es lo que tenemos, la mediocridad al poder.