¡Qué lío! ...

Verdaderamente es un lío, un verdadero lio el leer las diversas noticias que traen los periódicos y que oímos en las diferentes emisoras. Un día y otro día. A lo que se suma lo que vemos por televisión, que a fuerza de decir la verdad, poco o casi nada diferente dicen una de otra. Me refiero a las noticias políticas. Que además se mezclan geográficamente con las distintas comunidades autonómicas. Y no es que uno se las de listo y sabio, creo que es cosa general, porque tú le preguntas a cualquiera sobre un determinado asunto y se le traba la lengua. Voy a poner ejemplos y ya, estimado lector, te digo que te saltes la parrafada siguiente…

Recio Hernández, consejero de Salud, confía en la Justicia/ En la oposición se dice que no hay contratos y sí corrupción política/ Lo triste está en el caso Koldo que inventó Ábalos, asesor del ministro de Transportes/ Caso extraño: Begoña, la esposa de no sé quién, con su cátedra en la Complutense/ O el hermano de Pedro Sánchez/Y este dice que todo son bulos, ruido, infamias y mentiras/Imputan a la esposa del presidente/El fiscal general del Estado, el exministro de Fomento y número dos del partido, al hermano/ Lobato dimite/ El presidente de la Junta, Juanma Moreno, tiene la culpa de ciertas contrataciones / Lo niega la consejera de Salud/Alberto Núñez, allá lejos/Felipe González, lúcido a sus 84 años, que han perdido el foco/ que la socialdemocracia ha dejado de centrase en la defensa de la política de igualdad/En la oposición, Vox, Por Andalucía y Adelante Andalucía, que hay mucha corrupción/El caso Lobato y el caso Koldo marcan el próximo Congreso/ A Juan Espadas se le cuestiona/David Sánchez, imputado en la Diputación de Badajoz/En el SAS, llega el Friday para liarla más/ Cristina Álvarez se niega a declarar/Hacemos una transacción ecológica/Alcalde de Madrid, España somos todos/Montoro manda /.

¿Ustedes lo entienden? ¡Vaya lío! Yo no recuerdo tanto galimatías en tiempos próximos, porque estamos en el siglo XX. Ya pasó la época de carlistas e isabelinos, y la Republica y las dictaduras. Yo me pregunto: ¿qué podrá votar el ciudadano medio que lee todo esto? Y muy importante… no se puede uno abstener y no votar. Eso sería dar el consentimiento a los más extremistas. Hay que votar.

P/D: Les cuento a ustedes una historia curiosa, que a su vez me ha contado un viejo amigo de la infancia. Cuando dice que, tendría unos doce años, entró a trabajar en un comercio de tejidos de chiquillo de los mandados, como entonces se decía. Su padre le dijo “que nadie te mire las manos, sino la cara. No lo olvides nunca hijo mío”. Y se echó la gorra para atrás.

Y otra anécdota de otro amigo de aquellos años. Tenía diez hermanos y pasaban hambre hasta la bola. Entró de monaguillo y pasaba la bolsita en las misas para la colecta. Cuenta que se quedaba asombrado porque el alcalde siempre echaba nada menos que un duro. Y él, serio y formal, jamás cogió una gorda. El cura, agradecido, le quiso obsequiar y le preguntó por Reyes qué regalo quería. Le contestó que un kilo de pan. Se lo dio y, llevándolo a su casa su padre lo cortó en diez rebanadas, y le dio a cada hijo una.

Él, para saborearlo mejor, puso la suya en el brocal del pozo, pero se le cayó al agua... Pero él jamás cogió ni una chica de la bolsa.