La mala educación

Tenemos un alcalde que cuando se le pregunta en el Pleno municipal, no contesta, para eso tiene un pitbull que ladra e intenta morder a la oposición.

Se fue a Argentina a promocionar nuestra ciudad y, de paso, enaltecer al fascista de Milei, y nunca dio explicaciones. Se fue a Davos a explicarles a los grandes líderes mundiales sus logros en El Puerto y, de paso, hacer el ridículo. Y cuando se le preguntó en el Pleno para qué fue y quien pagó el viaje, no dijo nada. El pitbull ladró, y mintió, mientras Beardo se reía, ¿de quién? Cuando está presidiendo el Pleno -lo abandona con frecuencia sin dar explicaciones- le dedica más tiempo al móvil que a atender los asuntos de la ciudad; temas triviales para alguien con tan altas aspiraciones. Una falta de respeto democrático y de educación. Beardo es la prueba de que ir a un colegio privado de élite no garantiza la buena educación.

Pero Beardo no sólo demuestra su mala educación en los Plenos municipales, cuando se le escribe, tampoco contesta. A los numerosos escritos que le ha dirigido Ecologistas en Acción sobre temas de interés para nuestro municipio, nunca ha contestado. Cree ir de sobrado, pero se muestra incapaz de gestionar una ciudad mediana y de cumplir las leyes medioambientales.

Cuando se le pide una reunión, hace caso omiso. Con reunirse con los líderes mundiales, y con Caraballo, le basta para su proyección universal. Un día me lo encontré en un bar, en un descanso de su ajetreada agenda internacional, le recriminé que no contestara a los ecologistas, su respuesta fue, además de lanzar un bulo sobre un supuesto acoso de un familiar mío, que sólo se reúne con quienes le tratan bien. ¡Vaya nivel democrático!

Cuando los defensores del pueblo andaluz y estatal le han conminado a responder a los ciudadanos y a cumplir las leyes, el silencio por respuesta. ¿Qué se han creído esos altos comisionados de los parlamentos para pedirle responsabilidades al alcalde de una gran ciudad?

Germán Beardo es vicepresidente de la Diputación, responsable del Área de Planificación, Coordinación y Desarrollo Estratégico. En total cobra 76.000 euros, cerca del sueldo de Sánchez y Moreno Bonilla ¿Quién conoce sus logros en la planificación estratégica de la provincia? Si se le pregunta, tampoco contestará.