Tercer recorte de la Fed en 2024
Con el mazo dando…
El Alambique
Cuando usted lea este artículo habrá pasado poco más de un día en el que socios e integrantes de la Junta Directiva de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia habremos acudido a sus dependencias para intentar adecentarla. Repetiremos el próximo jueves 18 y viernes 19 a las diez de la mañana. Adecentarla dentro de un orden, claro. Llevamos años con una red en el primer tramo de escalera porque se desprendió la escayola del techo y su reparación no llega.
Sin embargo no queremos perder la esperanza y, entusiasmados por su próximo “ciento veinticinco años”, vamos a darle un repasito merecido y necesario al edificio.
Como si fuera nuestro hogar, socios y junta repartiremos el trabajo y colaboraremos en aquello que podamos. Ya dio ejemplo su presidente Luis encalando el patio con la ayuda de su mujer, Charo. Y como lo bueno se contagia, nos convoca y acudiremos. Además, a todo portuense le urge recuperar la limpieza de su centro.
Un grano de arena. Y otro más. Despacio, sin perder el ánimo.
Cada tarde del curso encontramos personas empleando su tiempo entre presidencia, administración o secretaría. En las Redes, otro tanto de voluntariado repartiendo cultura. Y no hablemos de las horas empleadas en poner en orden su archivo. La finalidad es que todo siga funcionando, que incluso mejore y que sus actividades permanezcan.
Cada martes del verano se están organizando conferencias o conciertos que llenan las salas. Altruistamente. Por el ideal de acercarnos la cultura. Estos primeros encuentros de julio son en las Bodegas de Mora. En agosto, y por eso esta preparación, en nuestro patio.
Los que apostaron por esta entidad antes y ahora, sabemos lo que significa para nuestra ciudad. Es demasiado lo que nos duele. Nos gusta la cercanía de los que la integran, de sus profesores, la sonrisa con que siempre nos reciben.
En Bellas Artes redescubrimos que no lo sabemos todo. Que no importa la edad para seguir aprendiendo. Que es un lujo poder estar. Que el compañerismo es la bandera y el medio siempre es a través del respeto.
Por todo eso: A Dios rogando… y con agüita limpiando.
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