Manuel Amaya Zulueta

Lo mejor, el resultado

Más allá de lo amarillo

22 de marzo 2025 - 03:05

Lomejor, el resultado, siempre que se le gane a los naranjones éstos, más grandes que el Moret de san Juan de Dios. Por cierto, ¿quién fue el genio genial que tuvo la ocurrencia de situar la estatua en tal sitio? Lo digo, mayormente, porque desde el muelle es imposible ver el gracioso isabelino del Ayuntamiento de la Tacita de Oro. Y es lástima. Pues eso, los naranjones, vaya gente grande, nos aguaron la noche, al menos a mí, que recordaba los partidazos de la última Copa de Europa y pensaba que nos los íbamos a engullir en un santiamén. Pero los 1,94, por ejemplo, de un tal Gakpo, que corretea, como “todos” los neerlandeses, en Inglaterra; concretamente, éste en el extraño Liverpool. Y digo “extraño” porque tras una liguilla portentosa, que sólo pudo casi igualarle el equipo de san Flick, se derrumbaron en dos inexplicables partidos contra el Luis Enrique team. “Paris bien vale una Misa”, pensarían todos, pirateando la frase afamada de Enrique IV el Bearnés. Tomé café con él en el Château de Pauen 1975; pero no se lo digan a nadie, no sea que se entere el celoso Macron, Napolencillo que pretende ser adalid de la Paz Armada de este siglo de siglas y de tremendas guerras y se nos enfade y se olvide de la pobre Ucrania, invadida por el Gran Sátrapa. Dejando la brometa del cafelito con el Bearnés, a un lado, me llego a la tele. La Uno. Ya era hora de que no tuviéramos que pagar para ver al equipo de España, el España, como dicen los niños. Ninguno dice esa memez de “el Estado español”. Pareciera que les picara la boca si pronunciaran lo obvio. ¿Se imaginan a Henry Quatre diciendo el Estado francés en lugar de Francia? O el Estado alemán o el Estado italiano, o…? Es que, desgraciadamente, para algunas cosas Spain is different, máxima del de los Paradores de turismo.

Volviendo a la tele de la Uno, no me gustó España, ¿qué quieren que les diga? La verdad por delante, como los caballos.

Quitando los primeros quince minutos y los que transcurrieron desde la expulsión del naranjito, o sea, como una media hora escasa, esto no era lo prometido. Lo deseado. El primer gol fue una delicia. Cómo se la pone Pedri a Nico. Pero el niño luminoso del Barcelona no apareció ya más. Y si el balón no transita una y otra vez entre los pinreles del canario, no hay paraíso. ¿Y por qué Pedri no fue Pedri casi nunca? A causa del otrora gran entrenador de la Fuente, que con un 4-3-3 encorsetó al genio. Acostumbrado en su equipo a hacer de doble pivote con De Jong. o sea, jugando más retrasado y tocándolo todo, no se halló, en esa media punta que le habían impuesto Fuente. Enorme error. Ni Fabián ni Zubimendi lo buscaron como lo rebuscan todos en su equipo. Otro error, o casi, fue volver al cada día más invisible Morata. Se puede argüir que no tenemos 9, y es verdad. Lewa y Embapé no nacieron en Iberia. Ni Budimir, ni Rafiña, ni Vini, ni…

Repase la lista de goleadores y observará cómo el primer español que aparece es el buen Sancet, con 13 chicharitos. Luego el formidable y anciano Quique García. Cuántos años he deseado que viniera al Glorioso Quique… Vejete y todo, lleva 13 goles y está en el semisegunda Alavés. Lamine no tuvo su noche ni por pienso. Inverosímil. Un Porro que no está en la forma del campeonato ganado. Y éste, si no está al máximo, no vale, hay que esperar a Carvajal, pues. Cucurella ni se enteró de por donde se movía esa maravilla futbolera con nombre de marca de gaseosas, Frimpong. Europa se lo rifa, mas vestirá de blanco pronto. El pobre Vázquez tiene los días contados. Ya era hora.

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