Muñoz Seca

El Alambique

26 de febrero 2025 - 07:00

Recientemente Betilo ha reivindicado el adecentamiento del monumento a Pedro Muñoz Seca, y es que carece de razón que semejante monumento, situado en un enclave privilegiado del centro, situado frente al propio Ayuntamiento y con un entorno tan agradable, presente el estado de abandono y ruina que luce.

Lejos de ridículos debates sobre el qué y el por qué o quién, la única realidad es que se trata de un monumento, daría igual, a mi no, a quién estuviera dedicado, de quién fuera la idea, o qué representase. Sin entrar a defender la magnitud y transcendencia que tiene el personaje para esta ciudad, el abandono nos debería avergonzar a todos. Sus azulejos desconchados y caídos, sus baldas sucias y a falta de limpieza… todo en él es lamentable.

A veces, me pregunto si tan difícil es adecentarlo. Por supuesto que sería peor si procedieran a enfoscar y enlucir las paredes. Lamentable alicatar, como si de una cocina se tratase los azulejos que faltan, pero creo que esta ciudad cuenta con suficientes artesanos para llevar a cabo una restauración profesional y acertada. Claro que todo ello nos puede llevar al vandalismo, pero pensando así, cabria pensar lo mimo de la ciudad, total, si se va a volver a ensuciar, para que limpiarla, por ello, alegaciones de quien fue el causante, y el temor a que vuelva a ocurrir, apenas tienen cabida.

No es la primera vez que Betilo, así como otras muchas personas, abogamos por el adecentamiento del monumento, bajo la atenta pasividad de aquellos a quienes corresponda el proceder. Poco, más allá de protestar, podemos hacer, si bien, en un momento tan importante como lo es para la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia, la suma de su protesta no caiga en saco roto. Vivimos tiempos donde en lugar de sumar, excluimos. Damos prioridad a temas que son importantes en sí mismos, y cuya atención no debe excluir, ni hacer que nos olvidemos de otras cosas. Priorizar intereses, abandonar otros, hacer listado de lo que si o lo que no, es un error.

En una familia todo es importante, y dependiendo del momento, nos enfocamos en uno de sus aspectos más que en otro, pero sin dejar a nada ni a nadie atrás. No creo que sea necesario un enorme gasto para el adecentamiento, no creo necesaria la creación de una comisión, ni la contratación de personal que cuide, vigile o se encargue de mantener una biblioteca pública en sus bancos. Solo se trata de, al menos, evitar la vergüenza de seguir contemplando un sitio céntrico y visitado, y que todos nuestros gobernantes ven a diario, en estado tan lamentable. Ojalá el tiempo, la casualidad, y sobre todo el esfuerzo de Betilo le den un final parecido al del Hospital de San Juan de Dios… Don Pedro necesita cura.

stats