Ya que no pactan, al menos “treguas de Estado”
Necesitamos fortalecer nuestra voluntad europea
Tribuna Económica
Sabemos ya que dependemos de nosotros mismos ante la amenaza de Rusia. Estados Unidos tiene sus problemas en Asia, pues China ha ido ganando apoyos para la integración de Taiwán, y si se anexiona la isla, ¿qué hará Estados Unidos?, ¿con quién cuenta en la zona? Ucrania es un obstáculo para recuperar relaciones con Rusia y debilitar las de países como China, el principal vendedor de coches a Rusia de donde importa energía. O India, el mayor importador de armas del mundo, sobre todo de Rusia; una normalización de relaciones aflojaría vínculos en Asia, que se han forjado con el aislamiento ruso.
Pero todo esto no explica el trato a Ucrania, con la que se quiere terminar de la forma chapucera, sin escrúpulos y bravucona, que es el estilo de los nuevos dirigentes norteamericanos. Así las cosas, el nuevo escenario de la guerra implica lo siguiente. Primero, Europa debe evitar que Ucrania se debilite más y llegue a la paz derrotada; Estados Unidos ha contribuido con 115.000 millones de euros de ayuda, y las instituciones de la UE y otros 40 países con 125.000, y tienen comprometidos 120.000 millones más. En porcentaje sobre el producto, Estados Unidos es el 0,5%, como Alemania o Gran Bretaña, pero la contribución de los amenazados países fronterizos con Rusia, supera el 2%. Segundo, los tejemanejes de Estados Unidos no quiebran la voluntad de los europeos, y Friedrich Merz, tras ganar las elecciones alemanas, ya ha dicho a los populistas nacionalistas, que tiene: “una visión contraria en política exterior, seguridad, OTAN; nos pueden tender la mano todo lo que quieran, pero no voy a cuestionar el legado de 75 años de mi partido por una autodenominada Alternativa para Alemania”; además, hay que mantener el pulso a favor de Ucrania con el fuerte brazo ejecutivo de la Comisión Europea. Tercero, Europa debe contar con una paz pérfida, Rusia ocupando territorio de Ucrania, y Estados Unidos tratándola como una nación enemiga; Gran Bretaña ha anunciado que enviaría tropas a Ucrania para disuadir de ataques futuros, y aunque el debate va a ser fuerte, deberían hacer lo mismo todos los países europeos. Cuarto, Europa tiene que reforzar su papel en la OTAN, a la que se han incorporado países como Finlandia y Suecia, pequeños pero tecnológicamente muy avanzados, y trabajar muy estrechamente con Gran Bretaña, que tiene habilidad diplomática y una aversión al siniestro presidente ruso, que les humilló envenenando opositores en el mismo Londres. Quinto, en la incorporación de Ucrania a la UE habría que reparar no sólo los daños materiales sino las instituciones, con transparencia frente a corrupción; y sobre todo luchar sin descanso en la batalla de la información no dejando espacios al nuevo eje ruso-americano.
En Meridiano sangriento de Corman McCarthy, el terrible juez afirma: “Esta es la naturaleza de la guerra, donde lo que cuenta es a la vez el propio juego, la autoridad y la justificación”, y nos sugiere que el sufrimiento insoportable y coste de esta guerra hace sin duda desear la paz, pero lo que perdamos al conseguirla hay que ganarlo día tras día con capacidad de acción, poder, y la fuerza de la razón y los valores que representa Europa.
También te puede interesar
La Corredera
Dios no hay más que uno ...
El parqué
Ligeras caídas

Tribuna Económica
Gumersindo Ruiz
Necesitamos fortalecer nuestra voluntad europea