Necesitamos fortalecer nuestra voluntad europea

Tribuna Económica

25 de febrero 2025 - 03:04

Sabemos ya que dependemos de nosotros mismos ante la amenaza de Rusia. Estados Unidos tiene sus problemas en Asia, pues China ha ido ganando apoyos para la integración de Taiwán, y si se anexiona la isla, ¿qué hará Estados Unidos?, ¿con quién cuenta en la zona? Ucrania es un obstáculo para recuperar relaciones con Rusia y debilitar las de países como China, el principal vendedor de coches a Rusia de donde importa energía. O India, el mayor importador de armas del mundo, sobre todo de Rusia; una normalización de relaciones aflojaría vínculos en Asia, que se han forjado con el aislamiento ruso.

Pero todo esto no explica el trato a Ucrania, con la que se quiere terminar de la forma chapucera, sin escrúpulos y bravucona, que es el estilo de los nuevos dirigentes norteamericanos. Así las cosas, el nuevo escenario de la guerra implica lo siguiente. Primero, Europa debe evitar que Ucrania se debilite más y llegue a la paz derrotada; Estados Unidos ha contribuido con 115.000 millones de euros de ayuda, y las instituciones de la UE y otros 40 países con 125.000, y tienen comprometidos 120.000 millones más. En porcentaje sobre el producto, Estados Unidos es el 0,5%, como Alemania o Gran Bretaña, pero la contribución de los amenazados países fronterizos con Rusia, supera el 2%. Segundo, los tejemanejes de Estados Unidos no quiebran la voluntad de los europeos, y Friedrich Merz, tras ganar las elecciones alemanas, ya ha dicho a los populistas nacionalistas, que tiene: “una visión contraria en política exterior, seguridad, OTAN; nos pueden tender la mano todo lo que quieran, pero no voy a cuestionar el legado de 75 años de mi partido por una autodenominada Alternativa para Alemania”; además, hay que mantener el pulso a favor de Ucrania con el fuerte brazo ejecutivo de la Comisión Europea. Tercero, Europa debe contar con una paz pérfida, Rusia ocupando territorio de Ucrania, y Estados Unidos tratándola como una nación enemiga; Gran Bretaña ha anunciado que enviaría tropas a Ucrania para disuadir de ataques futuros, y aunque el debate va a ser fuerte, deberían hacer lo mismo todos los países europeos. Cuarto, Europa tiene que reforzar su papel en la OTAN, a la que se han incorporado países como Finlandia y Suecia, pequeños pero tecnológicamente muy avanzados, y trabajar muy estrechamente con Gran Bretaña, que tiene habilidad diplomática y una aversión al siniestro presidente ruso, que les humilló envenenando opositores en el mismo Londres. Quinto, en la incorporación de Ucrania a la UE habría que reparar no sólo los daños materiales sino las instituciones, con transparencia frente a corrupción; y sobre todo luchar sin descanso en la batalla de la información no dejando espacios al nuevo eje ruso-americano.

En Meridiano sangriento de Corman McCarthy, el terrible juez afirma: “Esta es la naturaleza de la guerra, donde lo que cuenta es a la vez el propio juego, la autoridad y la justificación”, y nos sugiere que el sufrimiento insoportable y coste de esta guerra hace sin duda desear la paz, pero lo que perdamos al conseguirla hay que ganarlo día tras día con capacidad de acción, poder, y la fuerza de la razón y los valores que representa Europa.

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