Enrique Montiel
Esa música
No conozco el Simpecado / dejando atrás las arenas / no conozco camino / ni andando llegue a la Aldea.
Puede que hayan sido los versos que con más miedo y respeto hayan salido de mi boca. Puede también que hayan sido los que leí y releí mil veces, antes de mi propio veredicto, de si debía pregonar así o no y os aseguro que han sido unos versos que finalmente me han dado la tranquilidad necesaria y la esperanza de vivir un Pentecostés queriéndole mirar a los ojos y entender su mirada.
Se habla mucho de ese camino del Rocío, de esas arenas y pinos del Coto, de la aldea, de la Virgen, del salto de la reja, del alba de la mañana, del camino de vuelta. He oído muchas vivencias, sentimientos, anécdotas; he oído muchas cosas que la Virgen ha dado a quien peregrina hacia Ella.
He leído profundos pesares de quienes no pueden hacer el camino, de quienes dejan atrás a seres queridos, y de quien porta la medalla del que en tiempos pasados le enseñó a querer y entender esta devoción.
Ayer nuestra Hermandad del Rocío Portuense comenzó su peregrinar hasta la Aldea del Rocío. Los cohetes blanquearon el cielo azul de aquella Alcanatif de Alfonso X, el mismo que conquistó Almonte y construyó aquella ermita a la Virgen en Las Rocinas.
Ayer se llevó hacia la aldea a esos peregrinos, se llevó los latidos rocieros de nuestro Puerto, se llevó las pisadas de la fe rociera y con ellos, ese abrazo y oración de los portuenses deseándoles buen camino.
En busca de un Pentecostés en el que de nuevo bajará sobre la aldea el Espíritu Santo con su Blanca Paloma, aquel que, en la Pascua posterior a la muerte de Jesús, se posó sobre sus discípulos y marcó el inicio de la Iglesia Católica. Aquel Espíritu Santo que les dio fuerza y poder para comenzar a predicar el mensaje de Jesús.
Por eso, aunque, no conozco camino, el saber lo anterior sí me sirve para conocer mejor al rociero.
El Rociero peregrina /para llenarse de Ella / de su Espíritu Santo / a la aldea Almonteña. / Por eso el Rociero / es versículo en las arenas / de la Biblia del Camino/ de su fe Rociera.
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