Laura Bahamonde García

LO QUE NO SE CUENTA

Tribuna

19 de octubre 2024 - 03:05

Detrás del diagnóstico de cáncer de mama hay cifras que estremecen. Se trata del tumor más común entre las mujeres a nivel mundial. Solo en España, durante 2023, 35.312 mujeres fueron diagnosticadas con esta enfermedad. En la provincia de Cádiz, 1.769 mujeres recibieron ese golpe devastador. Pero detrás de estas frías cifras se esconde una realidad aún más profunda, una que no siempre se ve ni se habla: el doloroso viaje que continúa incluso después de la victoria sobre el cáncer.

El lazo rosa es un símbolo de esperanza y lucha, pero también esconde un sinfín de batallas que se libran en silencio. Gracias al impulso incansable de la investigación, la prevención y la detección precoz, la tasa de supervivencia a cinco años ha alcanzado el 85,5%. Sin embargo, superar el cáncer no significa que la lucha haya terminado. Este año, la Asociación Española Contra el Cáncer se ha propuesto visibilizar las sombras que acechan a las supervivientes: lo que no se cuenta, lo que sufren en silencio cada día tras el tratamiento.

El Observatorio contra el Cáncer ha revelado datos que nos invitan a reflexionar y, sobre todo, a actuar. En su estudio Necesidades y calidad de vida en supervivientes de cáncer de mama, se ha puesto sobre la mesa la cruda realidad de estas mujeres. Dos de cada tres (67%) viven con el miedo constante a una recaída, pero lo más desgarrador es que el 73% teme aún más que la enfermedad golpee a alguien de su familia. No solo han tenido que enfrentarse a su propio cáncer, sino que ahora cargan con la angustia de proteger a los suyos.

Para el 68% de las supervivientes, el cáncer ha sido más que una enfermedad: ha sido un parón en sus vidas profesionales, afectando su desarrollo laboral. Un 64% ha tenido impedimentos para trabajar, y el 16% vive con una discapacidad reconocida como secuela del cáncer. Y este no es el único precio que pagan. Casi la mitad de ellas lucha contra un deterioro cognitivo que les impide vivir con normalidad; la fatiga crónica y el dolor son compañeros constantes. El 53% enfrenta problemas en su vida sexual, y el 36% experimenta una calidad de vida muy baja debido a los efectos físicos, emocionales y sociales de la enfermedad y sus tratamientos.

Estas mujeres, que deberían sentirse victoriosas tras superar la enfermedad, siguen lidiando con una batalla silenciosa y agotadora. En 2023, la Asociación atendió a más de 18.000 mujeres con cáncer de mama, de las cuales el 64% necesitaban apoyo psicológico, el 42% requerían atención social, y el 19% precisaban asistencia sanitaria debido a los efectos secundarios de los tratamientos. No es solo el cuerpo el que queda herido; la mente y el alma también sufren profundas cicatrices.

Pero no todo es desolación. Gracias a la investigación, el horizonte es cada vez más esperanzador. La Asociación destina casi 23 millones de euros a 92 proyectos de investigación, un compromiso que permite que el rosa no sea solo un color en octubre, sino un símbolo de lucha y esperanza los 365 días del año.

Hoy, más que nunca, necesitamos el compromiso de todos. Porque cada mujer que ha sobrevivido al cáncer de mama sigue enfrentando un camino lleno de desafíos. Y aunque cada 19 de octubre el mundo se tiña de rosa, para ellas, cada día es una batalla, cada día es 19 de octubre. La lucha no termina con la superación del cáncer, y no podemos permitir que se enfrenten a ese recorrido solas.

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