En el nombre del parque

El Alambique

09 de septiembre 2024 - 07:00

Alrededor de una mesita baja, se sienta la cuadrilla gobernante, ávida de propuestas. Como siempre en estas dramatizaciones, omito nombres clave para no levantar polvareda estéril, pero con un poco de suspicacia podríamos aventurar quiénes aparecen en la escena. El ambiente es distendido, porque están entre colegas y ya no son horas de formalidades. Hay risas y alguna que otra bebida de por medio. Necesitamos algo diferente, dice alguien en cierto momento de la conversación. No basta con inaugurar algo, con su foto simplota, la cortinilla que descubre la placa y tal. Es cierto, dice otro, hay que romper moldes. Que la gente hable de ello. Que salga en la prensa pero por derecho. ¿Y qué hacemos, lanzarnos en parapente?, aporta una de las personas más escépticas. Pues podría ser buena idea, responden con risitas nerviosas. ¡No!, podríamos invitar a una estrella, aporta otro; que mi prima conoce a los Andy y… Claro, como Tom Cruise en las Olimpiadas. ¿Y si vamos con disfraces?, sería un puntazo. Las aportaciones van escalando en surrealismo al mismo tiempo que las risas. Cañones de serpentinas audiovisuales, batucadas bengalíes, una gañotá a base de langostinos que bata el record Guiness. Cosas así.

Hasta que de pronto, alguien que todavía no había abierto la boca suelta: Pongámosle el nombre de Hernán Díaz; si total, es un parque urbano rústico. Se hace el silencio durante unos segundos, hasta que consiguen comprender la idea. Entonces, rompen en carcajadas. Sujétame el cubata. No hay huevos… Lo típico. Me parto, dicen. Ya imagino las caras de asombro y los gritos de indignación de la oposición, comentan. ¡Qué bueno! Y decimos que es un homenaje. Eso. Un homenaje a su carrera política. Eso. Eso. Las risas ya son imparables. Apúntalo ahí, que no se nos olvide. Ya verás la que liamos. ¿Y si saltan con lo de las condenas por corrupción que acumula?, apunta el aguafiestas de turno. Calla, que parece que no te enteras de nada.

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