De nuevo San Carlos

Estuve en el Hospital esta semana pasada, de revisión. La verdad, la palabra le viene como anillo al dedo a lo que fui, se trataba de los ojos. Todo bien me dijeron los excelentes profesionales que me cuidan. Pero el viernes han vuelto a las páginas de nuestro Diario movilizaciones y el malestar de los trabajadores del hospital sobre el estado del mismo. ¿Qué está pasando? El malestar ha crecido, de comparar las imágenes de la vez anterior, que tampoco hace tanto. Hay un factor común en la Sanidad pública de toda Andalucía, que lo es también de toda España. Se trata del cierre de camas en verano, de la reducción del personal asistencial por las vacaciones, del ralentí de la canícula, que lo es de todos los veranos. Pero hay un malestar que crece en lo profundo. No entenderé bien esa relación dialéctica que se establece entre el Poder y la Sanidad Pública. Que cuando gobierna la derecha se agranda por las denuncias de la Izquierda. ¿El que esté libre de pecado que tire la primera piedra? Como en casi todo. Las presiones a ambos lados del espectro achicharran a los médicos, enfermeros, auxiliares, celadores y, en general, a todos-todos los trabajadores sanitarios. No olvido la foto de los dirigentes del Partido Popular en el terreno destinado por Cádiz para el nuevo hospital, cuando gobernaba Susana Díaz. Llevan ya varios años en San Telmo y no se ha puesto ni la primera piedra. Del mismo modo que los defensores a ultranza de la Sanidad Pública, en teoría, esto es, los socialistas, firmando conciertos con empresas privadas. Es lo de los gallegos, su “a sejún y cómo”. En San Carlos, en las manifestaciones en las escalinatas de entrada al antiguo Hospital Naval, no se habla de estas filosofías ni de estas contradicciones de los políticos de todo signo de la actualidad del centro asistencial. Es como si no nos tomaran en serio a los ciudadanos. Que nada tenemos que ver con el diseño final de la asistencia hospitalaria en San Fernando, pues no manejamos la información que tienen en la Gerencia del Puerta del Mar ni en la consejería pertinente del Gobierno de Juan Manuel Moreno. Sólo vemos y, en ocasiones, sufrimos los errores de planificación, las políticas de ahorro, el problema que ocasiona las vacaciones del personal. Lo que parece muy claro es que el final de San Carlos, en cuanto a acabado de funciones y servicios, está en extremo condicionado al nuevo hospital de Cádiz que no acaba de arrancar tras más de diez años en dique seco. Imagino que San Carlos no estuviera en la red pública… Pero por estarlo también debería medir sus pasos, sus competencias, sus servicios… Pero no, crece el descontento. Una lástima.